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No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquéllos que, teniéndola, temen manifestarla (Napoleón) |
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TV3 acusa a dos altos cargos de la época de CiU de «corrupción» |
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El actual responsable, el socialista Majó, revela en el 'Parlament' que despidió por esta causa a dos directores, pero no ofrece pruebas |
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EVA BELMONTE
BARCELONA.-
«Lo digo con todas las letras». Así anunciaba ayer Joan Majó, director de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), lo que vendría después: «Despedí a la directora comercial de Catalunya Ràdio y al director comercial de TV3. A los dos, por corrupción». Majó lanzó estas acusaciones para, según justificó, «limpiar la imagen de la CCRTV» actual, después de que la Sindicatura de Cuentas destapara que cinco altos cargos de TV3 cobraron, durante la época de CiU, indemnizaciones millonarias. En concreto, los cinco directivos se repartieron 1,4 millones de euros, según el informe de la Sindicatura.
Tras estas declaraciones, que realizó en plena comisión de control del ente público en el Parlament, Daniel Sirera (PP) y Oril Pujol Ferrusola (CiU) le exigieron que explicara por qué no denunció este hecho a los tribunales cuando sucedió, en 2004. Majó decidió retrasar su respuesta hasta la próxima sesión de control ya que no contaba en ese momento, explicó, con las pruebas de las acusaciones de corrupción que había vertido contra los dos ex trabajadores de la CCRTV, nombrados en la época de CiU en el Govern.
Después de la recriminación de la oposición, el director de la CCRTV matizó sus palabras y pidió la sustitución de «corrupción» por «irregularidades». Para Pujol Ferrusola, fue insuficiente. Además, consideró inaceptable que realizara estas acusaciones «sin explicar qué las motiva», por lo que señaló que este hecho «demuestra que Majó no está capacitado para seguir al frente de la CCRTV».
Aunque no quiso concretar, Majó adelantó que se trataba de asuntos relacionados con el pago de comisiones a «agentes comerciales relacionados con ellos» o, en algún caso, con lazos de índole familiar. Tampoco quiso dar nombres pero Majó se refería, en el caso de TV3, a Francesc Monserdà, y a Marta Masdeu en el caso de la radio pública. El director general de la CCRTV explicó que «se iniciaron procedimientos legales, pero estas personas acabaron cediendo».
En el caso de Marta Masdeu, su despido llegó al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. De hecho, fue la entonces directora comercial quien denunció a Catalunya Ràdio por despido improcedente. La sentencia del TSJC, del 17 de febrero de 2005, da la razón a la demandante y exige al ente público readmitirla o pagar una indemnización de cerca de 300.000 euros.
El despido de estos dos profesionales es sólo una de las seis medidas que Majó tomó hace tres años «por razones de rigor empresarial y éticas». «He ido haciendo cosas que, hasta ahora, no he explicado», dijo.
¿Y por qué lo cuenta ahora? «Porque todo lo que ha salido desde la Sindicatura [la acusación de que altos cargos cobraron, en la época de CiU, indemnizaciones millonarias] hace daño a la imagen de la CCRTV y no quiero que la gente piense que estas cosas siguen pasando».
Las seis medidas de Majó para limpiar la CCRTV, según explicó ayer esquemáticamente, son «reducir los sueldos de los directivos, empezando por el director general», esto es, por el suyo propio. Algunos de estos salarios eran más altos que el del presidente de la Generalitat. También eliminó los contratos blindados, a los que los trabajadores renunciaron «voluntariamente»; emitió una instrucción para acabar con el mantenimiento de los suplementos salariales a los altos cargos cuando dejaban de serlo; creó una comisión de incompatibilidad y, como acción más reciente -motivada también por la Sindicatura de Cuentas-, eliminó las cláusulas de «pseudoblindaje blandas», como él mismo las denominó, de los contratos de 26 personas, que tenían indemnizaciones de dos meses por año trabajado en lugar de los 45 días legales.
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