Da la sensación de que aquí está el pescado vendido y, por eso, hay que irse fuera. Si hace unos días Simancas cruzaba los Pirineos y Gallardón se plantaba en Barcelona, en esta semana ha sido Sebastián el que ha ido a Londres y Berlín, y Aguirre la que ha puesto su pica en Flandes.

Madrid se ha convertido en los últimos años en un foco de atención dentro no sólo de la geografía nacional, que lo ha sido desde que Felipe II la convirtió en capital, sino en el marco internacional. Desde Tierno hasta Gallardón, pasando por Barranco, Sahagún y Manzano, la capital ha ido olvidando su aire cortesano para enseñorearse como moderna cosmópolis del siglo XXI. Y la Comunidad, de Leguina a Aguirre, pasando por la etapa fecunda del propio Gallardón, ha dejado de ser un trozo de La Mancha para ser un enjambre de ciudades en progreso. No es de extrañar por tanto que en el resto de Europa se contemple Madrid no ligada ya a leyendas negras o blancas, sino como un emblema de la unidad continental de cara a la vecina Africa, por un lado y, por otro, a una América que cada día habla más en español.

Al borde del Támesis. Miguel Sebastián, contrincante de Gallardón, cada vez más dueño de la complicada situación en la que se encuentra, no pierde el tiempo y procura proyectar su imagen con un marchamo que aúne el rigor con la flexibilidad, lo cercano de un tranvía por La Castellana con lo lejano de la peatonalización de Oxford Street. Sebastián ha querido comenzar su gira exterior por Londres y seguir por Berlín.

En Londres, se vio con el alcalde de la ciudad, mister Ken Livingstone. Nuestro candidato socialista a la alcaldía de Madrid, don Miguel Sebastián hizo buenas migas con el muy serio regidor londinense. Facilitó las cosas el perfecto inglés de Sebastián que es bilingüe de postín. También, claro, el que Livingstone es laborista, y juntos pudieron explayarse poniendo en su sitio a los «conservadores»...

En casi media hora el candidato repasó con el alcalde, entre otros temas, el transporte gratuito para los jóvenes menores de 18 años y la cuestión de la deuda municipal que en Londres está en el 4%. A propósito del transporte gratuito los interlocutores hicieron bromas con el «total free», el «gratis total».

El aparentemente serio Miguel Sebastián arrancó alguna que otra carcajada de Ken Livingstone con este asunto, cosa difícil de hacer ya que el inglés, al parecer, no es muy dado ni siquiera a la sonrisa. Así que hubo buen rollito. Es lo que dicen los allegados a Sebastián, que hay que conocerle para descubrirle ese buen rollito. ¡Conozcámosle!

El sexo de Berlín. Con el alcalde de Londres también habló de la peatonalización de Oxford Street y otras zonas de Londres, en comparación con su proyecto en la Gran Vía.

Livingstone le confesó que había tenido una fuerte oposición, pero que ahora el 75% de los afectados apoyaba la acción. Con otras visitas al territorio del Premier y al Departamento de Vivienda, donde se interesó por rehabilitaciones y alquileres, concluyó su visita a Londres. Y rumbo a Berlín.

Allí se vio con el alcalde, Herr Klaus Wowereit, con el que también hizo algunas risas después de hablar, en inglés, de tranvías y rehabilitaciones. El eslogan de la capital alemana es algo así como «Pobre pero sexy» y que con relación a Madrid el eslogan tenía que convertirse en «Madrid es rica y sexy, pero endeudada». ¡Alcalde y candidato se divirtieron lo suyo! El caso es que Berlín podría ser el paraíso de Gallardón, allí el concejo no tiene límite para el endeudamiento...

A Sebastián le fascinaron los barrios del Este, suponemos que no precisamente porque le recordaran la peripecia de la RDA, sino por las espectaculares rehabilitaciones que se estaban haciendo, lo que permitía que el centro se esponjase ya que los jóvenes preferían irse a vivir a la periferia de Berlín. Es lo que Sebastián quiere hacer en Madrid, su teoría del «donut». Nuestro Sebastián ha vuelto eufórico y ya planea un próximo viaje a París y Roma. De una tacada, como ahora.

Baile de carteras. Las listas de las izquierdas ya están colgadas. Hay expectación con las listas del PP tanto para el Ayuntamiento como para la Comunidad. En Izquierda Unida están contentos con la solución Pérez-Sabanés, pese a las formas, que no han sido todo lo democráticas que el caso exigía, pero en fin, Madrid bien vale un me quito yo para que te pongas tú y todos contentos. Pues, vale.

En el PSOE, confirmado lo de Simancas para la Comunidad, donde en teoría se podía rascar algo, lo del Ayuntamiento se dejó por imposible y bueno ha sido que un corajudo y viajero Miguel Sebastián se haya hecho con el timón. ¡A ver si ahora va a resultar que el que tira de las listas de los de Ferraz va a ser el impecable Miguel Sebastián! Los demás, parece que están a verlas venir. Eso sí, con unas encuestas que ponen los dientes largos. Qué dientes tan largos tienes...

Los que en esta ocasión van lentos pero seguros son los del PP, es decir los de Esperanza Aguirre e Ignacio González, que no sólo diseñan las listas de la Comunidad y del Ayuntamiento, sino también algún gobierno futuro... Y decimos algún gobierno porque en el del Ayuntamiento quien dará la sorpresa final -¡muy ortodoxa!- será Gallardón. Así que se trata del Gobierno de la Comunidad, donde ya se descarta a tres consejeros, por lo menos. Con baile de carteras. ¡La emoción está en el PP!

Con poco «rojerío». Que nadie piense que a Gallardón le abandona el desodorante... El pasado miércoles en la sede de la Concejalía de Gobierno de las Artes, en Gran Vía, sobre la Red de San Luís y a un paso de Chicote, el alcalde reunió a la crema de la intelectualidad en torno a la entrega de los Premios Villa de Madrid. Una gran fiesta para los galardones culturales más importantes de este Madrid capitalino. Lo que ocurrió es que en esta ocasión hubo poca presencia de personal relacionado con el Gobierno de Zapatero.

Sí es verdad que brillaron por su presencia César Antonio Molina y José Antonio Campos Borrego, mandamases del Cervantes y el INAEM, respectivamente. Pero nadie más. Obviamente, muchos miembros de los 22 jurados de los correspondientes galardones -el todo Madrid cultural-, y los premiados, encabezados por el historiador Manuel Fernández Alvarez, que había conseguido el premio de Ensayo y Humanidades por su libro Cervantes visto por un historiador... Hace ya 75 años que se otorgó el primer premio, el Lope de Vega, el más veterano y preciado de todos. Gallardón en sus palabras de felicitación a los premiados y de agradecimiento a los miembros de los jurados quiso decir y dijo que «Madrid ya no es aquel poblachón manchego oscuro lleno de subsecretarios», que no, que los creadores y estudiosos allí reunidos nos demostraban que «este Madrid vivo y culto es capaz de afrontar, con firmeza, los importantes retos que hacen avanzar a una sociedad.