Zapatero recitó unos versos de Gamoneda y criticó los discursos de Rajoy y los suyos «por falta de amor». Parece ser, por sus palabras, que el problema esencial de España es esa carencia de amor a la que alude.

No está mal visto. Seguramente el presidente nos está anunciando un cambio de estrategia política: del talante como arte de seducción al amor para matar a besos al enemigo.

Para ser consecuente con su filosofía, Zapatero debería probar a enviar rosas rojas a Otegi, versos de Gamoneda a Josu Ternera, una paloma de la paz al ínclito De Juana Chaos y un frasco de Channel nº 5 a la bella Goirizelaia.

Dado que se ha intentado sin éxito acabar con ETA por medios políticos y policiales desde hace más de 30 años, la nueva táctica de Zapatero podría probablemente ablandar los corazones de estos seres sanguinarios, pero en el fondo buenos.

Pero Zapatero podría hacer mucho más. Si lo que necesitamos es amor, como él sostiene, nada mejor que adoptar el All You Need Is Love de los Beatles, compuesto por John Lennon, como himno nacional. ¿Dónde íbamos a encontrar una canción con más fuerza y más arraigo pasional?

Lennon ideó esta maravillosa melodía en 1967 como una oda de protesta. Era la época del Telón de Acero, de la guerra del Vietnam y de la descolonización de Africa. En su comienzo podemos escuchar unos vibrantes compases de La Marsellesa, toda una declaración de principios en homenaje a la Revolución Francesa. Luego, intercalados en el tema central, suenan Bach y Glenn Miller.

There's nothing you can do can't be done/Nothing you can sing that cant't be sung (No hay nada que pueda ser hecho que tú no puedas hacer/ No hay nada que pueda ser cantado que tú no puedas cantar).

Su letra entronca con esa filosofía voluntarista del zapaterismo, mientras que su compleja estructura musical -está escrita en 7/4- nos ilustra sobre la engañosa simpleza del discurso del presidente.

All You Need Is Love ha inspirado el Live Aid de Elvis Costello, la música de una serie de televisión y de la película Moulin Rouge y fue tocada en el jubileo de Isabel II. Podría ser la síntesis perfecta de este espíritu pacifista, entreverado de Alianza de Civilizaciones y ecologismo narboniano.

Zapatero, como le sucedió a Lennon cuando conoció a Yoko Ono, ha entrado en una fase mística en la que predica el amor y la no violencia como solución a los problemas universales.

«Haz el amor y no la guerra» es el nuevo eslogan del presidente con el que pretende convencer a ETA de que entregue las armas. Al que no ha convencido es al PP, que sale hoy a la calle para protestar por la excarcelación de Chaos. Que Zapatero les ponga a esos que no le comprenden el All You Need Is Love y, a lo mejor, se deciden a cantar con él. E incluso empieza a llover, que falta hace.