Los profesores de tenis, como los instructores de esquí y los maestros de artes ecuestres pertenecen a la estirpe de los seductores vocacionales. Nada de reprobable mientras el símbolo fálico de la raqueta permanezca atemperado al otro lado de la red cuando las alumnas son menores de edad y viven solas a 500 kilómetros de casa.
Que se lo digan a Isabelle Demongeot, víctima, nombre y apellido de un escándalo que sacude las pistas francesas porque la ex tenista profesional acusa al maestro Régis de Camaret de haberla violado sistemáticamente. Otras nueve compañeras más han decidido romper el silencio y denunciar que el profesor se había extralimitado procaz y vergonzosamente entre los años 1986 y 1991.
La Justicia entiende que hay razones objetivas para iniciar un proceso ejemplar, aunque el confinado, prisionero en Draguignan (suroeste de Francia), se considera víctima de un linchamiento. «No es verdad que cometiese abusos sexuales ni violaciones», explicaba De Camaret a través de su abogado. «Quieren acabar con mi reputación con mentiras y lanzando burdas invenciones».
La reputación tenística del acusado ofrece pocas dudas. No sólo por haberse convertido en el pasapelotas del presidente Giscard d'Estaing. También porque fue entrenador de Natalie Tauziat cuando la campeona francesa disputó la final de Wimbledon y porque tuvo entre sus apadrinadas más ilustres a madame Arantxa Sánchez Vicario.
Méritos y aptitudes que se había construido en un club refinado de Saint-Tropez y que explicaban la afluencia de jugadoras prometedoras. Entre ellas, Isabelle Demongeot, cuyos traumas adolescentes sana delante de los tribunales. «Ejercía toda la capacidad de coacción. Amenazaba con dejar de entrenarnos si no nos aveníamos a sus peticiones. Nos hizo pensar que sólo él podía convertirnos en campeonas», explicaba la ex tenista.
Las estrategias seductoras del profesor se hacían evidentes cuando las alumnas tenían entre 14 y 15 años. No todas se atreven a dar sus nombres públicamente, pero el recurso del seudónimo les permite reconstruir aquella tormentosa rutina extradeportiva. Régis, por ejemplo, tenía la costumbre de fotografiarlas desnudas para sus estudios anatómicos.
Régis de Camaret había adquirido el hábito de dormir con las tenistas en los desplazamientos justificando que la tesorería del club no podía permitirse habitaciones individuales. Era entonces cuando proliferaban los abusos sexuales a las menores y cuando el maestro creía beneficiarse de un status de impunidad. Nadie podía verle. No había testigos ni pruebas que demostraran semejante degradación.
«No puede imaginarse cuánto daño me ha producido. Me ha hecho sentirme sucia y avergonzada», denunciaba Demongeot. «Me manipulaba física y mentalmente. Me desaconsejaba tener novio. Me impedía divertirme. Conseguí despegarme de él en el año 1989. Y lo que son las cosas, gané mi primer título en 1991», recuerda la tenista sarcásticamente.
El alcance del escándalo depende del modo en que vayan respondiéndose muchas otras cuestiones. ¿Desde cuándo y hasta cuándo Régis de Camaret abusaba de las alumnas? ¿Qué grado de relación tuvo con la campeonísima Tauziat? ¿Qué responsabilidad subsidiaria puede achacársele a las autoridades federativas? ¿Cuántas otras mujeres pueden animarse a declarar contra el maestro una vez roto el tabú del silencio?
El acusado tiene 65 años, la tez morena y su bigote tradicional de playboy trasnochado. Dicen sus amigos que es un personaje provisto de aura y de hábitos estajanovistas en el trabajo deportivo, de los que gustan de la disciplina. También le reconocen el mérito de haber levantado un club de tenis cosmopolita y pujante en lo que era un verdadero erial de la Costa Azul.
Ahora, Natalie Tauziat, socia de Régis en todos los frentes -comparten una academia de entrenamiento-, trata de evitar el desprestigio y la humillación amparándose en la esperanza de un veredicto de inocencia para su socio. «No cabe otra posibilidad». Dice.
LO DICHO Y HECHO
«Quieren acabar con mi reputación con mentiras y lanzando burdas invenciones»
1942: Nace Régis de Camaret. 1980: Empieza a dirigir el centro privado de tenis de Marres en Saint-Tropez, donde entrena a Natalie Tauziat (finalista de Wimbledon). 1986-91: Habría supuestamente cometido violaciones sobre algunas alumnas. 2005: Aparecen las primeras denuncias; se archivan por haber prescrito los delitos. 2007: A partir de las acusaciones de la ex tenista Isabelle Demongeot y de otras tenistas, espera en prisión el inicio del proceso.