Pregunta.- Este fin de semana se ha celebrado la Convención municipal del PSC. ¿Cómo enfocan los socialistas los próximos comicios?

Respuesta.- La convención ha servido para discutir un documento marco y configurar el manifiesto programa de las propuestas socialistas para el 27 de mayo. También se han establecido las prioridades que son la cohesión social, la política dirigida a las familias y a los barrios, la convivencia y el civismo, la movilidad y la vivienda. Todas ellas bajo el paraguas de que estamos en un momento de cambios rápidos y profundos que los ayuntamientos hemos de saber asumir.

P.- Analicemos estas prioridades. Algunas ordenanzas de civismo, como la de Barcelona, han sido muy criticadas por su forma de enfocar la prostitución o la venta ambulante ¿Cuál es su opinión al respecto?

R.- Lo primero que hay que hacer es determinar el uso del espacio público. Las ciudades no pueden permitirse que cada uno haga lo que le dé la gana. Las ordenanzas deben aplicarse. No hay consenso sobre si la prostitución debe regularse o no. Es un debate que todavía está abierto. Pero en otras cosas está más claro. El consumo de alcohol en las calles debe prohibirse. Las ordenanzas tienen que regularlo y deben imponerse sanciones cuando haya incumplimiento. Del mismo modo, hay que ser respetuoso con el ruido y las actividades económicas no pueden ejercerse de cualquier manera.

P.- ¿Qué pueden hacer los ayuntamientos para integrar a los inmigrantes?

R.- En primer lugar hay que combatir la inmigración ilegal, lo que es una tarea que corresponde al Estado. Después, hay que promover la integración y cuanto antes mejor. Es necesario explicar al que llega que tiene unos derechos, pero también unas obligaciones.Y es importante que sepa que la ciudad tiene unas normas de uso a las que debe adaptarse. También es importante potenciar la escuela, que cumple un papel fundamental.

Y a los ciudadanos que ya vivían aquí hay que explicarles que no es un problema. Lo importante es que la ciudad no acabe siendo un barco que funcione con las normas de la inmigración, sino con las de las ciudad.

P.- ¿Qué me dice de la vivienda? Hoy por hoy es casi imposible comprarse un piso...

R.- El problema de la vivienda debe abordarse desde la suma de todas las administraciones. La primera la Generalitat, pero también los ayuntamientos para remar todos juntos en la misma dirección.El objetivo es que en el futuro de cada tres viviendas que se construyan una sea de promoción pública. Si esto se hubiera hecho hace 15 años ahora el problema de la vivienda sería una anécdota.

P.- El PP pondrá el tema de la seguridad sobre la mesa durante la campaña. ¿Cómo enfoca esta cuestión su partido?

R.- La inseguridad no sólo se combate con policía. Es importante hacer todos los esfuerzos para culminar el despliegue de los Mossos. Y, mientras, hay que impedir que se pierdan efectivos de la Policía Nacional o de la Guardia Civil. Una ley debe fijar los parámetros que rijan el nuevo modelo policial en Cataluña.Los Mossos tendrán que ser los responsables de la seguridad, mientras que la policía local tendrá que convertirse en un cuerpo especializado en proximidad y civismo. Al PP hay que recordarle que fue en la época de [Angel] Acebes cuando Cataluña perdió más guardias civiles y policías.

P.- El PSC es hegemónico en la política municipal catalana. ¿Cuáles son sus objetivos para estos comicios? ¿Aspiran a gobernar en todas las capitales y diputaciones?

R.- Queremos mantener nuestra ya amplia presencia territorial en Cataluña. Presentaremos 700 listas, 100 más que en 2003, aunque eso sólo representa un 0,8% más de población. Ahora, tras las elecciones predominarán las coaliciones. El PSC intentará alcanzar los máximos pactos posibles. Los grandes ayuntamientos en manos de los socialistas -Barcelona, Lleida y Girona- no corren riesgo.Y la coalición CiU-PP en Tarragona no atraviesa por su mejor momento.

P.- ¿Cómo cree que afectará la aparición de Ciutadans en el panorama político a los resultados del PSC en las municipales?

R.- Ciutadans apareció en un momento muy convulso en el que el debate identitario estaba muy presente. En esa situación, el mensaje de Ciutadans, que era contrario, tuvo su reflejo. Pero es difícil que esta situación se repita en las municipales. Ciutadans tiene ahora un problema a lo hora de explicar cuál es su idea para las ciudades.

P.- Toda esa etapa convulsa culminó con el Estatut. ¿Qué supondrá para los ayuntamientos el nuevo texto?

P.- El Estatut es municipalista con condiciones positivas para los ayuntamientos, pero hay que desarrollarlo. Se constituirá el Consell de Alcaldes, para discutir las normas antes de su aprobación. También habrá que mejorar la financiación local, que sigue siendo insuficiente. Por último, habrá que dotar a los ayuntamientos de más competencias y reforzar las que ya tenían con anterioridad.

P.- El Estatut establece también una división territorial de Cataluña. Las veguerías sustituirán a las provincias, pero parece que esta reforma está parada en este momento...

R.- El Estatut ha acabado con la discusión sobre si las diputaciones tenían que mantenerse o no al establecer que habrá una administración intermedia, la vegueria. Ahora no es el momento de enzanzarse de nuevo en una discusión territorial, sino de hacer políticas sociales. Ya habrá tiempo, no hay que tener prisa, lo importante es que, hagamos lo que hagamos, no cueste más dinero ni se acabe multiplicando la administración.