ARITZ PARRA. Especial para EL MUNDO
SHANGHAI. - Amitabh Bachchan era, justo hasta este fin de semana, uno de los actores más queridos de Bollywood. Con más de 130 películas a sus espaldas, 20 premios de los gordos y una reputación intachable, su popularidad le ha permitido flirtear con la política y ganar unas elecciones locales. Muchos lo veían, incluso, como el candidato ideal para la presidencia del país.
Pero encarnar a un fotógrafo sexagenario que se enamora de la joven amiguita de su hija en Nishabd, un filme que recuerda a la Lolita de Vladimir Nabokov, puede ser una mancha demasiado difícil de borrar en la carrera de la estrella. Los sectores más conservadores del país dicen que la película atenta contra los valores tradicionales indios, claman por que se prohíba su proyección e incluso piden que Bachchan desaparezca de la escena pública.
La cinta ha sido dirigida por Ram Gopal Varma, famoso por sus filmes sobre el hampa, que con Nishabd se adentra por primera vez en el complicado terreno del amor y las pasiones humanas. La lolita que lleva a Bachchan (Big B para sus admiradores) a perder la cabeza ha sido interpretada por Jia Kahn, una debutante a la que Nishabd ha abierto las puertas de Bollywood. La propia joven ha echado leña al fuego al declarar que no hay razón para el escándalo, puesto que este tipo de relaciones son «muy comunes» en la sociedad india.
Para ser estrenada, la película ha tenido que superar una causa por plagio y, sobre todo, montañas de airadas críticas. En el estado de Jalandhar, una multitud pidió su prohibición a las autoridades. En Varanasi, varios diputados locales denunciaron que el filme transmitiría «un mensaje erróneo a la sociedad» y acusaron a Bachchan de traicionar los valores culturales indios.
Pero en ningún otro lugar han sido tan duros con la película como en Allahabad, la ciudad natal del protagonista del largometraje. Según la agencia ANI, cientos de personas arrancaron los carteles del filme y escribieron sobre ellos insultos al actor. «Amitabh Bachchan está propagando la cultura occidental entre nuestra juventud. Es horroroso. No dejaremos que la película se estrene. Bachchan debería retirarse voluntariamente del cine», protestó Mukund Tiwari, un político local.
El actor, que a sus 64 años dice sentirse por primera vez «libre de las presiones comerciales», ha respondido a las críticas señalando que no siente reparos por interpretar a un hombre maduro enamorado de una adolescente, «porque la historia ahonda en el proceso mental del personaje que se ve en esta situación... La película no debería ser vista desde un punto de vista físico o sexual, sino psicológico», ha declarado.
Durante más de tres décadas, el nombre de Bachchan ha sido sinónimo de éxito taquillero. Su director dice haberlo escogido para el papel por la imagen moralmente íntegra que tiene fuera de la pantalla: «Aparte de la profundidad en la interpretación que requería el papel, quise utilizar la imagen de Bachchan para mostrar el trauma mental por el que atraviesa un hombre como él al perder el control sobre sus emociones».
En Nishabd, Bachchan se enamora de la amiga de su hija durante unas vacaciones. Ambos comienzan una relación y se ven obligados a reconocer su aventura a sus familias. Aunque la historia recuerda a la Lolita que rodó Stanley Kubrick en 1962, Varma rechaza haberse inspirado en la novela de Nabokov.
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