ANGEL NIETO
El Mundial empieza como terminó: máxima competitividad y España enseñando las uñas. No es casual que cuatro de los nuestros subieran ayer al podio, dos de ellos a lo más alto. Tampoco lo es el triunfo de Stoner, llamado a grandes conquistas en la presente temporada. Ni el desliz de Rossi, segundo, cuya Yamaha tiene la velocidad punta bastante baja. Los hombres que asoman desde el primer momento van a estar arriba hasta el final. Dani Pedrosa puede apuntar incluso más alto, porque sólo un error puntual le impidió pasar ayer por encima de Rossi, a quien en condiciones normales debió haber superado. Nuestra gran baza en MotoGP salió condicionado por las jornadas previas. Cuando no estás bien en los entrenamientos, arrastras muchas responsabilidades. Tiró en exceso para aguantar a Stoner, abrió gas más de lo debido. Se orilló en la curva. Él es consciente de la situación, de que necesita más trabajo para ocupar su auténtico lugar, el de candidato al título mundial. Habrá pelea en la categoría máxima. Hombre de última vuelta, Valentino Rossi se moverá mejor en circuitos más sinuosos.
Qué decir de Jorge Lorenzo. Genial. Sin errores desde el inicio, como el auténtico campeón del mundo que es. Tiene la moto por la mano. Barberá tuvo algún problema al final de la carrera. A Bautista le faltó suerte. Los tres cuentan con grandes posibilidades. Faubel despega a lo grande, con las maneras con las que se fue en la última carrera del pasado curso. Estaba claro que la carrera se ganaba en la línea de meta. Fue inteligente y se impuso tan sólo por la sombra del neumático.
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