JOSÉ GOMAR. Especial para EL MUNDO
MADRID.-
La rosa roja simboliza, entre otras cosas, lo femenino, y también es el icono que en la política España identifica al PSOE. Ayer ambos significados confluyeron en torno a una multitud de rosas rojas, durante el acto de presentación en Arganda del Rey de más de 50 mujeres candidatas por el PSOE a las alcaldías de las principales ciudades españolas. Un acto para coincidir con la semana en que se celebra el Día de la Mujer Trabajadora, pero también para ofrecer a José Luis Rodríguez Zapatero un balón de oxígeno que amortiguara, siquiera mínimamente, el golpe que supondría horas después la manifestación contra su política antiterrorista.
Por eso, nadie mejor que la primera mujer en llegar a la vicepresidencia de un Gobierno en España, María Teresa Fernández de la Vega, para explicar todas las acciones del Ejecutivo socialista destinadas a hacer de España «un referente mundial en políticas de igualdad y de protección de derechos». Y como ejemplo, un dato: en 2006 se crearon un millón de contratos estables para mujeres.
El del PSOE es un proyecto que se asienta sobre tres pilares legales construidos durante esta legislatura: la Ley contra la Violencia de Género, la Ley de Dependencia y la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres, aprobada recientemente en el Senado. La vicepresidenta aprovechó la mención de este trámite para criticar la abstención del PP en la votación de la ley en la Cámara Alta, afirmando que «los de siempre, siempre encuentran una excusa para decir no». «El movimiento se demuestra andando y no se ve que el PP apueste por una política a favor de la mujer, más allá de la propaganda».
De la Vega ponderó sus críticas hacia los populares con la apelación a la confianza de los ciudadanos y con los necesarios mensajes de aliento a Zapatero, de quien contó que «es un presidente que se dice feminista, y es feminista».
Este piropo hacia un hombre, en el día que el PSOE consagraba a la mujer, arrancó los aplausos de un público al que antes había ofrecido las cifras que definen el problema de la discriminación femenina como uno de los mayores desafíos para el nuevo siglo. Aún hoy existen 515.000 mujeres en paro o en situación de precariedad laboral en España. Además, la media del salario femenino es un 30% menor que la del masculino y el 96% de las personas que han debido renunciar a su empleo, para quedar a cargo de un familiar impedido, son mujeres.
«La igualdad es nuestra seña de identidad y el mayor motor para el cambio social», aseveró la vicepresidenta. Y para demostrar que el PSOE hace bandera de la igualdad, dijo que las listas de su partido para todos los ayuntamientos de España son paritarias.
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