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| Cada falta que ha cometido el poder se convierte en un ariete que contribuye a derribarlo (Concepción Arenal) |
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| Pesadillas y pánico |
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TOM BURNS MARAÑON
El dinero siempre crea nerviosismo, tanto si se tiene como cuando la liquidez es parca, y el que más y el que menos pueden estar presos de un auténtico pánico cuando lo invierten. Yo, modestamente, aconsejaría tranquilidad y sosiego. Si de verdad el sujeto de turno tiene pesadillas cada noche porque voces nocturnas le dicen que la Bolsa está a punto de hacer crack y que la burbuja inmobiliaria va a estallar dentro de un par de días, pues tendrá que hacer otra cosa con sus ahorros. Hasta que se le pase el susto, podría, por ejemplo, invertir en fondos de renta fija a corto plazo o en monetarios dinámicos, que en realidad se trata de un FIAMM con un poco más de riesgo. Pero, a mi juicio, la vida no es un mal sueño y las pesadillas, pesadillas son. Niego la mayor: el mercado de capitales no se tambalea, ni tampoco está grogui el mercado inmobiliario. La Bolsa y el ladrillo siguen siendo atractivos para un inversor con criterio y vista de medio o largo plazo. Hubo mucho nerviosismo cuando hace unos días cayó el mercado de capitales chino y esto no dejó de llamarme la atención. El índice chino escaló un 130% el año pasado si la memoria no me falla. ¿Que ha caído alrededor de un 20%? Yo pienso que lo normal era alguna corrección; a tenor del índice, quien invirtió en valores chinos hace un año no tiene por qué quejarse. Con el Ibex casero ocurre lo mismo. Se portó de maravilla en el 2006 y el frenazo actual, con diez meses del año por delante y mucho dinero circulante, no es para infundir pesadillas. Al contrario: ahora es cuando se compra. En cuanto al ladrillo, el sentido común dicta que dado que el censo español aumenta cada año y que cada mes trabaja más gente, harán falta más viviendas. Puede que el rendimiento inmobiliario no sea tan espectacular pero, sinceramente, no veo motivo de pánico.
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