¿Es necesario construir más centrales nucleares en España? SI
En la Unión Europea se está fraguando la política energética de los próximos años para asegurar el suministro eléctrico y reducir las emisiones contaminantes. Por lo que se refiere a la energía nuclear, los líderes europeos constatan su contribución a la reducción de emisiones de CO2 y a la seguridad de abastecimiento, y confirman que corresponde a cada país decidir si desea o no depender de este tipo de fuente energética.
En España, los ocho reactores nucleares producen una quinta parte de la electricidad que consumimos. La electricidad que generan estas instalaciones en comparación con la producida por otras fuentes de generación de electricidad es la más competitiva a nivel de costes, segura en garantía de suministro y limpia porque no emite gases de efecto invernadero. La producción de electricidad nuclear es continua, las 24 horas del día a lo largo de todo el año. El combustible que se utiliza en las centrales nucleares, el uranio, procede de países con políticas estables y no sufre fluctuaciones en el precio.
El sector nuclear es uno de los sectores industriales más avanzados en tecnología, comparable a la industria aeronáutica. Las primeras centrales nucleares comenzaron a funcionar en los años 60 y, desde su puesta en marcha hasta la actualidad, la tecnología no ha parado de avanzar para mejorar los sistemas, incrementar la seguridad y optimizar la construcción de los nuevos reactores. En la actualidad, los reactores en construcción, como el quinto reactor de Finlandia, se denominan avanzados. Éstos presentan ventajas, como una importante optimización en su funcionamiento que permite, por ejemplo, una reducción en el volumen de residuos.
En base a la experiencia acumulada por la industria nuclear y también por el desarrollo tecnológico, se puede afirmar que es posible diseñar y construir centrales progresivamente más seguras, más fiables y económicas. De manera gradual sería deseable que las nuevas centrales nucleares estuvieran en disposición de ir tomando el relevo a otras instalaciones que utilizan recursos naturales como el gas, petróleo o carbón, en los próximos 15 o 20 años. Por un lado, es necesario asegurar la operación a largo plazo de las centrales existentes y que lo hagan con las máximas garantías de seguridad y de forma competitiva. En la actualidad, en el mundo, hay 435 centrales en funcionamiento y otras 30 en construcción. Pero es también necesario continuar con los programas de desarrollo tecnológico en los que se está trabajando para construir los nuevos reactores con las mejoras ya incorporadas.
En España, las centrales nucleares con una potencia instalada de sólo el 9,37% producen el 20% de la electricidad (datos 2006). Anualmente el consumo de energía eléctrica está aumentando un 2,5%. Desde el año 1997, el consumo neto ha experimentado un incremento acumulado del 60%. Con estas cifras alarmantes de crecimiento de consumo, es necesario plantear políticas energéticas que aseguren el suministro eléctrico a precios competitivos y de forma sostenible. Todas las fuentes de producción de electricidad, hoy por hoy, son necesarias. Cada una cumple su papel, y con la ayuda de los desarrollos tecnológicos, las energías renovables irán aumentando su peso e irán sustituyendo progresivamente a las energías fósiles. Respecto a la nuclear, la energía de fisión seguirá desarrollándose y en el futuro podremos también planificar la construcción de reactores de fusión.
La sociedad necesita electricidad para mantener una calidad y un nivel de vida adecuado y vemos como casi todos los avances de la sociedad moderna precisan de consumo de electricidad. Políticas de ahorro de energía, uso de las fuentes de energía disponibles, respeto al medio ambiente y concienciación de la sociedad para un uso racional tendrían que ser los pilares de la estrategia energética de nuestro país.
Mientras la UE delega en los estados miembros la decisión sobre el uso de la energía nuclear, en España deberíamos ser consecuentes con nuestra escasez de recursos naturales, nuestro crecimiento de consumo eléctrico, nuestra dificultad para cumplir el Protocolo de Kioto y la necesidad de garantizar el suministro y, así, apostar decididamente por la energía nuclear como la principal fuente disponible de producción de electricidad para afrontar estos retos.
SI
Eduardo González Gómez es presidente del Foro de la Industria Nuclear Española.