La cumbre monográfica sobre la energía en la que la UE ha acordado un drástico ahorro energético y un notable impulso de las energías renovables pone de manifiesto la preocupación de los gobiernos por el futuro del abastecimiento. Las reservas de gas y petróleo se agotan rápidamente y el cambio climático avanza inexorablemente. En este contexto, se ha reabierto el debate sobre la energía nuclear como la solución más viable para asegurar el suministro. Aún no está resuelto cómo garantizar la plena seguridad y el almacenaje de los residuos nucleares, pero, entre otros aspectos favorables, no provoca gases de efecto invernadero.
Solución inmediata
Si nuestro país quiere cumplir el Protocolo de Kioto, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir la palabra que nuestro Gobierno ha dado esta semana en Bruselas, la energía nuclear es la solución inmediata. Es la única forma de generación masiva de energía capaz de abastecer la demanda española sin emitir gases de efecto invernadero. Y es una forma de energía barata, limpia y segura. La rotunda mayoría de la sociedad española cree que es el camino que debemos tomar. Manuel Fernández Ordóñez.
Fomentar el ahorro
Lo que hay que hacer es exigir a las Administraciones que destinen el mismo dinero que ahora invierten para subvencionar la producción de la energía nuclear -o al almacenamiento de sus peligrosísimos residuos- a campañas que conduzcan a fomentar el ahorro energético y la producción en el lugar de uso (en cada casa o empresa). JFK.
La única alternativa
Además de ser limpia y barata, la energía nuclear evitaría totalmente la dependencia de los combustibles fósiles, por lo que hoy en día representa la única fuente energética verdaderamente alternativa. En esto se diferencia radicalmente de las mal llamadas energías renovables, cuyos altísimos costes serían prohibitivos si no existieran subvenciones públicas. Además, son energías mucho menos limpias de lo que se quiere hacer creer y, en ningún caso, son alternativas, dado que no pueden satisfacer la demanda existente. Juan Galaz.
Una barbaridad
Claro, que instalen más centrales. Hay que seguir las premisas de nuestros inteligentes gobernantes que, en vez de fomentar el uso de energias limpias, económicas, democráticas y solidarias (que las hay), fomentan el uso de energías que aumentan las diferencias entre los pueblos, el hambre y la explotación, como es el caso del Biodiesel y el Bioetanol, y de paso nos encarecen elementos tan básicos de consumo como el pan, por poner sólo un ejemplo cercano. Manuel Amigo.
Es la más limpia
En nuestra sociedad del bienestar, una parte de los ciudadanos está convencida de que podemos prescindir de la energía nuclear, pero no es así, entre otras, por dos razones. Una, el principal problema medioambiental al que nos enfrentamos hoy en día es el cambio climático, producido por las emisiones de CO2 a la atmósfera. La energía nuclear es capaz de suministrar grandes cantidades de potencia, sin emisión alguna de gases de efecto invernadero. Y dos, el petróleo, el carbón y el gas, por el mero hecho de ser bienes limitados, están condenados a ver reducida su producción y a encarecerse. Eva.
Equilibrio
La palabra clave es equilibrio. Equilibrio entre todas las energías disponibles, con el fin de evolucionar hacia un modelo energético limpio. Hay que luchar por un mundo mejor y no ceder ante el futuro apocalíptico que augura el gurú de Gaia, James Lovelock. Pepe Nicolau.