J. M. PLAZA
MADRID. - Aunque es escritora y ha venido a España a presentar la novela Furias (El Aleph), avalada por los elogios de Juan Goytisolo, en Fernanda Eberstadt pesa mucho más el pasado, tan fascinante en su caso como que vivió de primera mano la escena underground de Nueva York.
Llegó a ella casi por casualidad: su padre, banquero y mecenas de artistas, le presentó a Andy Warhol cuando era una quinceañera. Eberstadt cayó en gracia, trabajó durante ese verano al lado del artista y de su heterogéneo grupo, la mítica Factory, en pleno estallido del pop y de la vida como fiesta. «Warhol tenía un aire naíf, parecía inocente pero era un personaje complicado. Resultaba muy peligroso hablar con él ya que tenía habilidad para sacarte lo más secreto y vergonzoso de ti mismo», cuenta la autora.
Y recuerda: «Sin darte cuenta, confiabas en él y te abrías. Era una persona insegura, pero muy calculadora. Se quedaba con lo mejor de la gente que trabajaba para él y destrozó a todo el que estaba a su alrededor». No fue el caso de Fernanda Eberstadt, una niña bien de Nueva York que, al año siguiente, dejó la ciudad para trasladarse a Oxford, donde fue una de las primeras mujeres aceptadas en el Magdalen College, donde estudió arte. Eso sí, lo que llevaba más arraigado era la literatura. «Siempre quise ser escritora, y creo que la literatura es la mejor manera que tengo para expresarme», confiesa, y recuerda que ya a los 11 años escribió una novela sobre la revolución bolchevique. «Era muy niña, pero leía libros de ensayo e históricos, y me fascinaban los zares».
Rusia se le quedó en el corazón y, tres décadas después, Eberstadt (que ahora vive en el sur de Francia) escribió Furias, una novela que sucede, en parte, en la Unión Soviética y que narra el encuentro casual y la relación entre una rica ejecutiva de Nueva York y un bohemio artista ruso. «Se trata de una gran pasión que los protagonistas no pueden controlar. Es un amor que, cuando trata de pisar la realidad, los destroza».
En España, también se ha traducido su primera novela, Los demonios de Isaac, una inesperada historia situada en la América rural, sobre un joven grotesco que crece en una familia muy modesta y lucha por salir de su entorno.
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