ELENA ISARDO
MADRID.-
En la larga espera para traspasar el control de pasaportes, en el Aeropuerto Internacional de Doha, aguantaba estoicamente su turno sin que la sonrisa se borrara de su rostro. Abrazado a una enorme caja de terciopelo burdeos, la que contenía el trofeo que le acredita como ganador de la carrera de 125 cc en el Gran Premio de Qatar, Héctor Faubel bromeaba con su compañero Sergio Gadea y Nico Terol, antes de emprender el largo regreso a casa. El piloto del equipo de Jorge Martínez Aspar salió de tierras qataríes como líder del Mundial del octavo de litro. Llegará a Jerez, dentro de dos semanas, con idéntico estatus pese a que es consciente de que todavía queda mucho por delante. La batalla no ha hecho nada más que comenzar.
«Está claro que esta temporada mi objetivo es luchar por el título. Ahora mismo soy el líder del Mundial, pero es demasiado pronto para pensar en ello», afirma el piloto de la localidad valenciana de Llíria, heredero por derecho propio del hueco dejado por Alvaro Bautista este curso. Con el salto al cuarto de litro del vigente campeón del mundo de 125 cc, el director del equipo Bancaja Aspar tuvo que buscar un recambio de garantías para poder contar con serias opciones a la hora de revalidar el cetro en 2007. Tenía al sustituto perfecto en casa, después de que Faubel completara el pasado ejercicio la mejor temporada desde su debut en el Mundial (2000). Sumó dos victorias (Estambul -donde ganó a Bautista- y Cheste), dos segundos puestos (Montmeló y Estoril) y una tercera plaza (Sepang) para terminar tercero en la clasificación final.
«Mi equipo y Aprilia están apostando por mí, pero la guerra se va a cocer en casa, entre nosotros», señala Faubel, que a las primeras de cambio tuvo que lidiar con su propio compañero para terminar sumando el triunfo en la inauguración de la temporada por sólo 73 milésimas de segundo.
La llegada de Gabor Talmacsi al box del equipo Aspar ha puesto a sus nuevos compañeros en alerta, después de que hace dos temporadas el húngaro le arrebatara a Mika Kallio, su compañero de equipo en KTM, la victoria en idéntico escenario. Al finlandés, que por aquellas fechas se encontraba inmerso en la batalla final por el título junto a Thomas Luthi, le faltaron cinco puntos al final de 2005 para proclamarse campeón. Después de que el título fuera a parar a manos suizas, Talmacsi no continuó en las filas de la marca austriaca.
Faubel era consciente de que el húngaro no iba a tener ningún reparo con él y por eso esperó agazapado para dar el hachazo final en plena recta de meta. «Cada uno ha hecho su estrategia, pero él ha jugado un poco conmigo porque sabía que iba más rápido», analiza el húngaro, que ha iniciado la temporada con la Aprilia RS, la versión de 2006, mientras que sus compañeros ya cuentan con la nueva RSA, la última novedad de la casa de Noale.
«Desde que me la trajeron no he tenido problemas, pero otros sí», señala Faubel, el único de los tres pilotos que montan el nuevo juguete que pudo terminar la carrera. Sergio Gadea y Mattia Pasini tuvieron que abandonar porque el motor fallaba en la larga recta del trazado de Losail.
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