El juzgado de lo penal número uno de Jaén ha emitido una sentencia condenatoria que sentará jurisprudencia al condenar a Luís Molino de 28 años a un año de prisión por un delito de atentado a la autoridad al pegar un puñetazo a su examinador de tráfico. Por su parte tambien impone una multa a su padre de 600 euros como autor de dos faltas de amenazas y otra de injurias.

Padre e hijo se sentaron en el banquillo de los acusados frente al examinador que presuntamente agredieron después de que el acusado suspendiera en el examen práctico de conducir. El ministerio fiscal solicitaba para Luís Molino Casas una pena de dos años de prisión por un delito de atentado contra la autoridad, mientras que para el padre solicita el pago de una multa de 1.080 euros por una falta de injurias y amenazas. Se trataba del primer juicio en España que se juzga como atentado a la autoridad, ya que lo habitual en este tipo de litigios es que se resuelvan en un juicio de faltas y con la consiguiente multa económica. Sin embargo, es la obstinación del abogado de la acusación particular que solicitó que se juzgara como un delito de atentado, solicitando dos años de prisión para el hijo y otros dos años de cárcel para el padre.

El juzgado de lo penal número uno de Jaén juzgó a Luís Molino y a su padre Ildefonso Molino como presuntos autores de un delito de atentado a la autoridad ante el juez los acusados se declararon inocentes de los delitos que se le imputan, e incluso estuvieron algo agresivos con los medios de comunicación allí congregados. El juicio quedó visto para sentencia.

Según relató a EL MUNDO, Luís Martínez funcionario publico de la Dirección de Tráfico de Jaén los hechos ocurrieron el pasado día 28 de julio de 2.005 cuando se encontraba examinado a varios aspirantes a obtener el permiso de conducir en la ciudad de Linares.