Lunes, 12 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6294.
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 MADRID
CIUDADANO M

Robos en el Metro

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El debate de hoy se ocupa de los robos que se cometen en el Metro. Partiendo del testimonio de una lectora que relata cómo un grupo de delincuentes se acerca a los turistas para después robarles, se abordan temas como la conveniencia o no de advertir a una pesona que está siendo atracada o el papel que juega el personal de seguridad de Metro en estos sucesos.

Un grupo de ladrones que actúan en el vagón

Llevo un par de semanas cogiendo la línea 2 en Príncipe de Vergara, a mediodía, sentido Cuatro Caminos. En este tiempo he presenciado cómo un grupo de delincuentes del Este, todos varones, han robado a dos grupos de turistas. Los días que no los he visto robar, estaban desperdigados por el vagón, y luego se reunían con el resto en el andén de Banco de España.

A pesar de que los viajeros somos conscientes de lo que va a pasar cuando rodean a una víctima, nadie se atreve a advertir, por miedo a lo que nos pueda pasar. El otro día llegaron a perseguir por el andén a un turista para impedirle que buscara un guarda de seguridad. Cuando llamé al 012, me recomendaron que fuera a la taquilla para que llamaran a un vigilante.

Es vergonzoso observar cómo ocurren estas cosas y que no haya nadie para defendernos. Imagino que los vigilantes están para algo. Y si a ellos no se les ocurre, habrá alguien en Metro que cobre por tomar decisiones en materia de seguridad y que vele por el bienestar del que, pagando un billete, contribuye a que su sueldo aumente.

C.O.

Más vigilantes y mejor pagados, que hacen falta

Creo que, por desgracia, a cualquier usuario habitual de Metro de Madrid los hechos señalados le son bastante familiares: gente que se salta los tornos como si fuera una olimpiada, grupos de indeseables que aprovechan los tumultos y la vorágine del suburbano para robar, seguridad que brilla por su ausencia... Nada nuevo bajo el suelo.

¿Que es un problema de dejadez? Sí. Lógicamente, si hubiera más efectivos de seguridad y mejor pagados, posiblemente otro gallo cantaría.

J.Crespo

¿De qué vale que los echen, si vuelven?

En la línea 10 hay un par de hombres que se dedican a abrir los bolsos de las mujeres sin que ellas se den cuenta o bien, a la hora de subir o bajar del vagón, aprovechan para quitar algo de las chaquetas. Suelen subir en Nuevos Ministerios y se bajan en Gregorio Marañón o incluso llegan hasta Plaza España. También hacen el recorrido en sentido contrario.

He avisado más de una vez a los guardias de Metro y lo único que me dicen es: «No sabes las veces que los echamos de la estación, pero vuelven». Con esta contestación no sé si vale para algo tener seguridad, ya que no se les pone multa ni van a la cárcel. Hacen falta medidas drásticas.

U.M.

Personal de seguridad que no tiene la culpa

Mi primo fue segurata en el Metro. Casi lo rajan por tratar de evitar robos y gamberradas. Sufrió amenazas y lo esperaron en la puerta para darle una paliza. Todo ello por una paga más bien corta.

No, los seguratas no tienen la culpa de esto. La culpa la tiene una legislación bondadosa con los delincuentes y, por ello, injusta con las víctimas. ¿Qué le ocurre al tipo que cogen robando, o destrozando? Apenas nada. ¿No han oído nunca aquello de «la Policía detuvo a una banda cuyos miembros tenían cincuenta antecedentes»?

Miguel García

Hay que actuar si se presencian cosas así

Estamos con lo de siempre: «Veo cómo...» ¡Haz algo! Yo también tengo miedo, pero no me gustan las injusticias.

Yo me preocupo de mi propia seguridad cuando voy en Metro, en el autobús o incluso andando por la calle, porque sé a ciencia cierta que nadie más que yo va a cuidar de mí.

Han intentado robarme metiéndome la mano en el bolso y al verlo me he dirigido al ladrón en voz alta y le he dicho que como lo intente de nuevo le rompo la cara. Si veo a alguien con la cremallera de la mochila abierta, le digo que la cierre; si veo al típico guiri con la cámara al hombro le digo que se la cruce...

En el Metro pasa de todo, pero si te quedas mirando eres partícipe de lo que acontezca.

L.S.

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