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| Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor que puede hacer es callarse (Abraham Lincoln) |
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| 'Shopping' |
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| La ruta secreta de la magia |
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MARIA MONTES
Si estuviéramos en Londres o dentro de una novela para niños (y no tan niños) estaríamos hablando del Callejón Diagon, del andén nueve y tres cuartos o de muggles. Pero estamos en Madrid y nadie escribe nuestras vidas. Sin embargo, el Callejón Diagon sí que existe. No está en una sola calle, pero pasa igual de desapercibido para los no magos. La mayoría de madrileños ni siquiera sabe de su existencia. Pasan por delante sin saber que detrás de esa fachada en ruinas o en el tercer piso de un edificio de viviendas se encuentran todos los secretos. Los magos necesitan de tiendas donde abastecerse del material con el que luego nos sorprenden. En este mundo todos se conocen, se tratan de hermanos y se guían unos a otros. Por eso, no es raro ver a un grupo de jóvenes magos acudir a la distribuidora de Fournier para conseguir cartas, pasarse por Magia Estudio o Magia Madrid para hacerse con juegos o charlar con un maestro, o acercarse a Páginas Libros de Magia, porque «en los libros se encuentran los verdaderos secretos». Estas cuatro tiendas venden al público, pero sólo parte de sus artículos. Para conseguirlos todos hay que demostrar que se es más que un aficionado. La ruta, de la mano del mago Mac Lupén, comienza en la distribuidora que Fournier tiene en Madrid desde hace 90 años. Josefina y Nori la regentan desde hace 30 y saben el poder que tienen. «Si cerramos, no juega ni el tate». Distribuyen a tiendas y escuelas de magia, pero nunca le cierran la puerta a un particular. Eso sí, la venta es al por mayor. No venden barajas, venden cajas de barajas. El local, que es más bien un almacén de recuerdos, se encuentra en un piso. «Los que quieren venir nos encuentran. Funcionamos por el boca a boca». Este dicho es uno de los principales eslóganes de todas las tiendas. Y como son tan pocos en el gremio, se conocen por apelativos cariñosos. Magia Estudio, por ejemplo, es más conocida como la tienda de Encarnita. Abrieron en los 80 porque tanto José Luis Ballesteros como Juan Antón, magos profesionales, no encontraban en España material para sus funciones. Encarnita, esposa de José Luis, se unió al grupo y montaron el local bajo un cartel que rezaba: «Fundada en 1980, pero lo teníamos pensado mucho antes». Magia Estudio es la más visible de todas las tiendas. A pie de calle y con un gran graffiti en la fachada con palomas y varitas que llama a los clientes. Su accesibilidad no les resta profesionalidad. Su primera misión, como la de todos, es saber mantener los secretos. Y para ello, a cada nuevo cliente que les pide algo de cierto nivel le someten a un riguroso control de magia. José Luis los caza al vuelo. La principal labor de estas tiendas es el «asesoramiento». Y se distinguen por el trato personalizado. La magia no es una afición cara, existen artículos de 1 euro y de cientos de ellos, pero no hay juegos caros, «hay juegos de precio alto». José Luis defiende los artículos que valen su precio. «Pagas el secreto, no la marca, porque estás comprando un milagro». Habla de milagros y de secretos porque odia la palabra «truco». Un término que se relaciona con la magia pero que no gusta nada a ningún mago. Magia Madrid es famosa por su antigüedad y su decoración, que quedó plasmada en un cuadro que exhiben orgullosos desde la columna más visible del establecimiento. Magia Madrid se caracteriza por vender «sólo» a magos. Ellos tampoco les cierran la puerta a nadie y si entra algún principiante le muestran las escuelas y las asociaciones de magia. Después de 11 años, sus clientes, «que son amigos», saben que cada tres meses renuevan el catálogo. Los que vayan ahora encontrarán billetes que aparecen dentro de siete sobres, cigarros que se rompen y se vuelven a componer o cuchillos que atraviesan el cuerpo. Páginas Libros de Magia también defiende el anonimato. Es la única forma de poder ofrecer calidad, «si estuviéramos en una tienda estaríamos continuamente respondiendo preguntas». Páginas es más una editorial que una tienda de libros de magia. 17 años manteniendo la exclusividad de ser los únicos que trabajan sólo con magia. Empezaron traduciendo y ahora se han convertido en la editorial por excelencia. Páginas, igual que Magia Estudio, se conoce por la persona que da la cara: Laura. Después de 20 años en la profesión, Laura sabe que los libros distinguen a los grandes. «Todos los buenos empezaron con un libro». El que lee, dice, imagina el juego. El que no lo hace «mira y repite». Empezaron vendiendo sólo a magos y, aunque ahora venden a todo el mundo, hay libros «que no salen a la calle». Sólo el precio ya es la primera barrera. «Nadie se gasta 70 euros en un libro que no va a entender». Un mago sí se gasta ese dinero. Su biblioteca es su prestigio. Y convertirse en escritor es subir un nuevo peldaño. No se puede ser ilusionista sin libros. Lo saben hasta los más jóvenes, que comienzan fotocopiándolos pero los compran en el momento que obtienen su primer sueldo.
DONDE
Fournier. Alcalá, 180. Tel.: 91 355 18 89. Magia Estudio. San Mateo, 17. Tel.: 91 448 10 83. Magia Madrid. Costanilla de los Capuchinos, 5. Tel.: 91 522 82 63. Páginas Libros de Magia. Silva, 13. Tel.: 91 541 16 11.
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