El breve reinado mediático de Henrico Frank como El parado más famoso de Alemania, mutado luego en El desempleado más sinvergüenza del país, arrancó el pasado 15 de diciembre de 2006 en Wiesbaden con el encuentro de dos barbudos en un Weinachtmarkt, uno de los célebres mercados de Navidad alemanes. El primero era el propio Frank, alias la Garrapata (Die Zecke), sin trabajo desde 2000, con pelo largo y sucio, piercings, chupa de cuero y evidentes síntomas de haber abusado del Glühwein, el tradicional mejunge de esas fechas con base de vino caliente.
El segundo era Kurt Beck, líder del Partido Socialdemócrata (SPD) y primer ministro del estado de Renania Palatinado. Durante su visita oficial al mercadillo, el político fue increpado por la Garrapata, con un pin del Partido Anarquista en la chaqueta: «El trabajo es una mierda». Frank, le reprochó las reformas laborales adoptadas por su antecesor al frente del partido, el ex canciller alemán Gerhard Schröder. Fue entonces cuando Beck pronunció la célebre frase: «Si usted se lava y se afeita, encontrará trabajo, así es la vida». Con semejante percha el diario popular Bild hizo el resto, pagando al parado dicha operación de remozado y sacándole en su portada con dos fotografías, el antes y el después, y el título: «Señor Beck, ya me he afeitado».
Durante un mes, el antaño albañil Frank, de 38 años, alcanzó el cielo de la fama, se convirtió en un héroe para los desempleados alemanes y fue entrevistado decenas de veces en periódicos, radios y televisiones.
Frank incluso llegó a tener una portavoz, la periodista Brigitte Vallenthin, que fue la que le recomendó que no aceptara ninguna de las ocho ofertas de trabajo que le proporcionó el líder socialdemócrata. ¿El argumento de Vallenthin? Un accidente laboral de Frank en 1999, que le obligó entonces a dejar su trabajo y que no le permitía asumir cualquier empleo en la construcción, la recogida de basuras o al volante de un camión, algunas de las ofertas que le llovieron. A partir de ese momento, para el resto de los parados alemanes Frank se convirtió en un apestado. Incluso llegaron a manifestarse en sonoras concentraciones perfectamente afeitados y con el pelo cortado, siempre con algunos carteles insultando a la Garrapata.
Pero, desde hace un mes, la madre de Frank vuelve a estar contenta con su hijo. Fue entonces cuando encontró un empleo, esta vez nada relacionado con la albañilería. Con la misma barba, el pelo algo más corto y una dosis más elevada de higiene personal, que incluye camisetas limpias con el lema «lucha por tus derechos», Henrico Frank es el nuevo experto en punk-rock de la cadena de televisión por satélite iMusic TV.
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Su progenitora, la enfermera de 59 años Elfriede Frank, la misma que declaró a Bild que se avergonzaba de su vástago y que «siempre fue un niño muy problemático», así como que «cuando bebe es insufrible», llama regularmente a su hijo a su nuevo trabajo e incluso le comunica buenas nuevas como que va a ser tío. «Estaba muy emocionado cuando le llamé», cuenta Marco Quirini, número dos de la cadena, a quien le asaltó la idea de contactar con él cuando vio a Frank en los periódicos con camisetas de grupos de punk-rock.
Hasta su encuentro con Beck, este alemán nacido en 1969 en la bella pero paupérrima ciudad de Gotha, en el estado de Turingia (ex República Democrática Alemana), cobraba mensualmente una ayuda social de 345 euros. Como penalización por no acudir a varias ofertas de empleo, el Estado tenía previsto recortarle el 30% a partir del 1 de febrero, dejándole el subsidio en 241,50 euros. Ahora, la prensa alemana afirma que está cobrando 1.600 euros como ayudante de redacción, en un contrato que tiene un periodo de prueba de seis meses, recuerda Quirini.
Y como el trabajo es una «mierda», el feliz cometido de Frank se concentra en escuchar música, organizar entrevistas, peinar los bares de moda en busca de nuevos talentos y asistir a conciertos. «Antes me levantaba a las 6.00 o las 7.00 y tenía todo el día para idiotizarme». Ahora, Frank acude en torno a las 9.00 a su puesto de trabajo y sobre su mesa siempre se amontonan decenas de discos y vídeos musicales que tiene que escuchar y visionar. «Él fue el que descubrió al grupo Methanol, de Mainz, ¡absolutamente geniales!», asegura el director de programas, Mola Adebesi.
La pasión de Frank por esta suerte de música arrancó en sus años mozos en Gotha. «Yo ya era un 'punk' en la RDA, y peinaba una cresta sobre la cabeza al estilo de los indios iroqueses, y llevaba encima tres o cinco kilos de metal», señala este ex parado. Y sobre los problemas con el alcohol, Henrico Frank no duda en responder: «Yo no lo llamaría un problema. Además, ahora ya no me siento aquí en ayunas».
LO DICHO Y HECHO
«Yo era un 'punk' en la RDA y me peinaba una cresta como los indios iroqueses»
1969: Nace en Gotha, en el estado de Turingia, ex RDA. 1999: Empleado como albañil, sufre un accidente laboral y pierde su trabajo. 2006: Se encuentra con Kurt Beck en un mercadillo navideño en Wiesbaden y se convierte en un personaje muy conocido en toda Alemania. 2007: En febrero, empieza a trabajar como crítico musical de punk-rock en la cadena de televisión por satélite iMusic.
