ENRIQUE BORRAJEROS
¿Cómo le ha cogido la última corrección? ¿Ha tomado o piensa tomar alguna decisión en estos días? Si no se ha planteado todavía estas preguntas, hágalo. Le permitirán conocerse, evaluar su perfil de riesgo y no tomar, como suele ocurrir, decisiones precipitadas. La mayor fuente de decepciones que los mercados causan en el inversor particular se debe a que se invierte sin un objetivo, sin saber a dónde se quiere llegar. El ahorro no es sino consumo diferido. El aplazamiento de una satisfacción inmediata a cambio de una futura. Ahorramos para conservar nuestra situación actual, para mantener nuestro nivel de vida en un futuro incierto, para mejorar lo que tenemos. Y cuando invertimos, las decisiones deben responder a un plan: lo que queremos conseguir menos lo que tenemos hoy menos lo que podemos ahorrar es igual a la rentabilidad que hemos de exigir.
No se trata por tanto de buscar el rendimiento en abstracto sino de alcanzar la rentabilidad que necesitamos, que está sujeta a nuestra capacidad para asumir riesgos. Algo que depende, a su vez, de nuestros objetivos y nuestra capacidad financiera y del grado de conocimiento que tengamos de los distintos activos y productos de inversión.
A través de un proceso de inversión con esta lógica, las correcciones como las que estamos viendo en los mercados, estarán controladas. A través de la planificación financiera, orientamos el esfuerzo -en términos de riesgo- y nuestras metas personales. «Sé lo que quiero y hago lo que debo para conseguirlo)». Esto es inversión inteligente.
Enrique Borrajeros es socio director de Abante Asesores.
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