Si las relaciones son «excelentes», como reza la versión oficial, no lo parece. El poderoso ministro de Energía de Argelia, Chakib Jelil, eligió ayer, la víspera de la visita oficial de los Reyes, para anunciar en la radio nacional del país su intención de subir los precios del gas a España en el llamado gasoducto Magreb-Europa. Se trata de la infraestructura clave para el suministro de gas a la península Ibérica.
El anuncio se produce tras la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la semana pasada a Marruecos en la que mostró apoyo al plan de Mohamed VI para el Sáhara, lo que ha provocado hondo malestar en Argelia, que respalda tradicionalmente la causa del Frente Polisario.
En sus declaraciones de ayer, Jelil no vinculó en ningún momento la decisión a la cuestión del Sáhara o a razones políticas, pero sí señaló que «hay que alinear el precio del gas natural vendido a España con los precios actuales en el mercado internacional».
El ministro argelino de Energía planteó la necesidad de subir el precio a Gas Natural -la empresa española controlada por la Caixa, que gestiona el gasoducto Magreb-Europa- en un cantidad equivalente a un dólar por cada 27 metros cúbicos de gas, lo que supone una subida del 20%, según estimaciones no oficiales.
Un portavoz de Gas Natural declinó cuantificar el importe oficial del incremento, porque calificó de «secretos» los acuerdos de su empresa con Argelia. No obstante, señaló que el incremento deberá ser fruto de la negociación entre las partes. El Ministerio de Industria acogió ayer con sorpresa las declaraciones de Jelil. «No se había tratado hasta ahora y nuestra posición es que, si hay subida, no permitiremos que sea desproporcionada con respecto a lo negociado con otros países ni perjudicial para los consumidores españoles», afirmó un portavoz del Departamento que dirige Joan Clos.
Jelil es un veterano en el Gobierno argelino. Ocupa el cargo desde 1999 y suele hacer declaraciones en momentos muy puntuales cuando quiere lanzar mensajes precisos. El Gobierno de Zapatero mantiene peores relaciones con Argelia que el de Aznar. El Ejecutivo del PP privilegió los contactos con este país, especialmente tras la crisis con Marruecos en relación a Perejil.
Aunque ha disminuido en los últimos años, el peso del gas argelino en España sigue siendo clave, porque es el único que puede llegar por una infraestructura estable. El resto es gas licuado que llega por transporte marítimo.
Gas Natural mantiene contratos con Argelia fechados hasta 2020, pero éstos prevén cláusulas periódicas de revisión -reopenings- y, según fuentes de la gasista catalana, «es cierto que se está ahora en un periodo de negociación». Pero declinaron dar más detalles.
Contratos más bajos
Jelil parece tener ya claro el resultado de las conversaciones, porque estimó que los nuevos precios supondrán 150 millones de dólares en ingresos anuales adicionales para Argelia. Actualmente, según France Presse, ingresa 650 millones de dólares gracias al gasoducto. Éste fue inaugurado en 1996 y une Hassi R'mel (en el Sáhara argelino) con España a través de Marruecos y el Estrecho de Gibraltar.
El ministro argelino razonó que «las exportaciones que se hacen a través de ese gasoducto dependen de antiguos contratos cuyos precios son más bajos que los obtenidos de otros clientes españoles».
Tras la privatización de Enagás, Gas Natural se hizo en el último Gobierno de Felipe González con los contratos que había cerrado el Estado español con Argelia y, según Jelil, deben ser actualizados. Este apuntó que tendría en cuenta en la negociación el impacto en los consumidores españoles, pero su presión coincide también con los movimientos en el Este de Europa de Gazprom. El gigante energético ruso está aprovechando su posición de monopolio para forzar al alza los precios a los ex satélites de la URSS. El vicepresidente de Gazprom, Alexandre Medvedev, cerró el pasado año «una alianza estratégica» con Argelia y defiende que en el futuro hay que evitar contratos de larga duración como el que une al país magrebí y a España.
Es partidario de contratos más cortos para poder forzar más fácilmente subidas de precios. El ministro de Industria, Joan Clos, ha asegurado que el riesgo de la creación de un cartel de gas entre Rusia y Argelia -similar al que forma la OPEP en el petróleo- «es una posibilidad real». El Gobierno español está intentando teóricamente mimar las relaciones con Argelia para evitarlo, pero no quiere hacerlo en la cuestión del Sáhara Occidental para evitar un choque aún peor con Marruecos.
El titular de Energía argelino declaró ayer que no veía «necesario» crear una OPEP gasista. «Los precios del gas están vinculados a los del petróleo, que responden ya a la política y la estrategia de la OPEP. ¿De qué serviría una OPEP del gas, si ya tenemos la del petróleo, que define indirectamente los precios del gas?», afirmó. Argelia es ya un socio relevante del cartel de los productores de petróleo.
La Caixa en Medgaz
No todo fue ayer negativo para el Ministerio de Industria. Jelil anunció también «un acuerdo entre Argelia y España» para incluir a Gas Natural en Medgaz, la sociedad que explotará el futuro gasoducto que unirá directamente los dos países sin atravesar ya Marruecos.
El ministro argelino se mostró dispuesto a ceder una participación del 10% a la gasista de la Caixa, tal y como deseaba Clos. Su estimación es que, de los 8.000 millones de metros cúbicos de gas que transportará el gasoducto a partir de 2009, Gas Natural tendrá acceso a 1.000 millones.
Pero Jelil advirtió que este pacto está condicionado a que Sonatrach, la empresa estatal argelina que es el máximo accionista de Medgaz, obtenga permiso para comercializar directamente gas en España. Este anuncio también causó sorpresa en el Ministerio de Industria. «No hay ningún acuerdo entre Argelia y España sobre Gas Natural, porque es una empresa privada», afirmó un portavoz.
También en Gas Natural dijeron no tener constancia y que, en todo caso, el consejo de administración de la gasista no se ha pronunciado sobre la conveniencia de incorporarse a Medgaz.
Pero estos movimientos han provocado fuerte recelo en el resto de socios españoles de Medgaz: Cepsa, Iberdrola y Endesa. Los tres se embarcaron en el proyecto como alternativa al otro gasoducto que controla Gas Natural, y no quieren a su rival también en esta infraestructura. Rechazan, además, que el Gobierno dé licencia a Sonatrach en España a cambio de beneficiar a Gas Natural en Argelia. Los tres cuentan con derecho preferente de tanteo para hacerse con las acciones previstas para Gas Natural. También lo tiene Gaz de France, que, según el candidato presidencial Nicolas Sarkozy, debe vincularse más a Argelia.
