El «éxito» de su manifestación en Madrid ha llenado de combustible el depósito de los populares -tan menguado meses atrás-, hasta el punto de ponerse rumbo a Pamplona, este sábado.
Mariano Rajoy, Angel Acebes y una buena porción de secretarios ejecutivos y portavoces parlamentarios del partido -también la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre confirmó su asistencia- harán su desembarco en apoyo de la marcha convocada por sus socios de UPN bajo el lema «Fueros y Libertad. Navarra no se negocia».
La propia participación de Miguel Sanz -presidente de dicha formación y de la Comunidad Foral- en la manifestación del pasado sábado en Madrid tuvo mucho que ver con la decisión adoptada ayer formalmente por el Comité de Dirección del PP.
Hasta ese día, la opinión mayoritaria en las filas de UPN y -sobre todo- en CDN de Juan Cruz Alli -con la que aquélla forma Gobierno-, era, como en otras tantas ocasiones y por cuestión de eficacia electoral, acentuar el carácter puramente navarro de la marcha sobre el español, y procurar más participantes anónimos que celebridades foráneas.
En Madrid, Sanz invitó a unos cuantos dirigentes del PP a acudir a Pamplona. Pero fue ayer por la mañana cuando el secretario general del partido, Angel Acebes le telefoneó para poner a la cúpula popular a su disposición, y el presidente navarro aceptó su ofrecimiento.
Sólo entonces, Rajoy lo comunicó en rueda de prensa: «Voy a ir. Siempre he pensado hacerlo, porque hay un intento de anexión por parte de los grupos que han tenido conversaciones con el Gobierno y es una reivindicación clásica de Batasuna y ETA. Como creo que Navarra es Navarra y es España, y quiero que sea lo que los navarros y los españoles quieran que sea, allí estaré».
Los populares asistirán entre el público y dejarán todo el protagonismo a sus socios de UPN, cuyo presidente podría no ser siquiera quien lea el manifiesto.
Optimismo
Rajoy no dio ayer ninguna otra noticia. Ni siquiera admitió más de dos preguntas por parte de los periodistas, pese a haberles convocado en su sede. Su único propósito fue afirmarse sobre la movilización del sábado.
«La manifestación de Madrid fue lo contrario de lo que algunos llaman tensión y crispación. Yo he quedado enormemente contento y agradecido. Ha sido uno de los días más bonitos de mi vida política. Pasará a la Historia. Crispados están otros, los que han cometido el error».
Rajoy no mencionó ayer el horizonte electoral. Pero sí advirtió literalmente de que «nosotros vamos a hacer las cosas de otra forma».
Y es que el optimismo era ayer general en Génova. «La manifestación no nos podía salir mejor porque fue inequívocamente masiva y ordenada», decía ayer un miembro del Comité de Dirección, «y el PSOE no da más que palos de ciego. Fue más inteligente en Blanco disputarnos el lazo azul que rechazar la bandera española como si fuera facha».