El PSOE anda un tanto descolocado tras la manifestación del sábado. Parece que duda entre ir al cuerpo a cuerpo apaciguar el ambiente. Entre entrar a por todas o dosificar. Entre quemar las naves o mantener alguna a flote ante la expectativa de que el recorrido sea más largo.
Fruto de toda esta indecisión que desprende el PSOE fue la conferencia de prensa de José Blanco de ayer, tras la reunión de la Comisión Permanente del partido.
No se presentó el famoso vídeo, anunciado por Blanco hace ya 10 días, y apalabrado para ayer lunes.
El vídeo está terminado, pero se consideró que no era el momento estratégico adecuado. «Para la próxima semana», dijo Blanco.
También se minusvaloró la manifestación del próximo sábado, 17 de marzo, en contra de la Guerra de Irak al cumplirse el tercer aniversario de su inicio.
«Es una convocatoria mundial, que no promueve el PSOE, que se lleva haciendo tres años. No se puede equiparar a la del sábado», dijo el dirigente socialista.
Por el contrario, se fío todo a la comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso. Blanco defendió que el Ejecutivo «se está explicando», y que hoy lo hará el ministro del Interior de manera exhaustiva «para decir la verdad y contraponerla a las mentiras del PP». afirmó.
Escalada dialéctica
Sin embargo, toda esta prudencia o estrategia socialista en cuanto a actuaciones políticas, se contrarrestó con las manifestaciones de Blanco, que continuó la escalada dialéctica de los últimos días contra el PP.
Así, Blanco acusó a Rajoy de haber hecho el día de la manifestación un discurso, «demagógico, que no ha ayudado a la lucha contra el terrorismo, ni a la convivencia, ni siquiera le ha ayudado a él mismo».
El número dos del PSOE recordó que Rajoy dijo en su intervención que había que defender España, «pero cada vez son más los españoles que piensan que hay que defender a España de un líder como Mariano Rajoy», afirmó.
Según Blanco, el dirigente popular pasará a la historia, «como el político que más ha hecho por deteriorar la convivencia política en los últimos 30 años», aunque advirtió que no va a conseguirlo.
Además, Blanco estuvo especialmente duro con el Gobierno navarro y la convocatoria de manifestación prevista para el próximo sábado en Pamplona.
Blanco atribuyó al Ejecutivo de Miguel Sanz una actitud «miserable e hipócrita», y dijo que es «lo que más se asemeja» a lo que hizo el PP tras el 11-M: «Utilizar un gobierno para mentir a los ciudadanos».
Para el dirigente socialista, «es sorprendente» que Sanz «convoque a los ciudadanos» a base de «mentiras» para ir «en contra de otro gobierno». Y, en su opinión, sólo obedece a un motivo: «La desesperación por temer perder el poder». Blanco, reiteró que los navarros serán lo que quieran ser, «dentro de la Constitución y las leyes».