Martes, 13 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6295.
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 MADRID
M2 / GOMEZ ULLA
Veinte años pidiendo el hospital
Los vecinos de Carabanchel y Aluche llevan décadas solicitando un centro sanitario de referencia. A la protesta, una de las más comprometidas de la capital, se unieron el PSOE e IU
CARMEN SERNA

En 1993, la Coordinadora vecinal de Aluche hace una encuesta entre sus vecinos sobre qué equipamientos más importantes consideran que faltan en el barrio. La respuesta es unánime: un hospital de referencia, hartos de tener que desplazarse hasta el Clínico para ser atendidos en un lugar saturado y muy alejado de sus viviendas.

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Entonces, los vecinos se dividían entre los que pedían la desmilitarización del Gómez Ulla (un hospital puesto en marcha ya) y quienes exigían que se construyera uno nuevo en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel.

Ninguna de sus demandas fueron atendidas a pesar de que llevaban protestando en la calle desde los 90. Dos años después, en mayo de 1995, el entonces candidato de IU, Francisco Herrera, visitó el distrito de Carabanchel para pedir (y prometer) tres cosas básicas para el distrito: la ampliación de la línea 5 de Metro, que el Hospital Gómez Ulla se integrara en la red pública y la construcción de equipamientos públicos en la antigua cárcel.

Herrera se quedó lejos de ser el alcalde de los madrileños y sus promesas siguieron formando parte de la lucha de los vecinos de Carabanchel y Aluche. Pero como una piedra lanzada en el río, los ecos de las protestas eran cada vez mayores y los apoyos, políticos y sociales también, llegándose a producir manifestaciones de hasta 8.000 personas, según fuentes oficiales, un logro que no se recordaba en un barrio de Madrid desde los tiempos de la Transición.

Dos de tres

De hecho, 12 años, y decenas de manifestaciones vecinales después, las reivindicaciones de Francisco Herrera y de los vecinos de Aluche y Carabanchel empiezan a cumplirse. El Metro ya ha llegado al barrio y el Gómez Ulla se convertirá, a principios del año que viene, en el hospital de referencia para unos 100.000 usuarios de la zona.

Por ahora, es sólo un preacuerdo entre el Ministerio de Defensa y la Comunidad de Madrid. Sin embargo, el trato se antoja como final feliz para una de las luchas vecinales más comprometidas y más antiguas de la capital.

Ya en el año 1995, las crónicas de los periódicos calificaban de «reivindicación histórica» la petición de los carabancheleros de incorporar el Gómez Ulla al Sistema de Salud Regional y argumentaban que «un tercio del hospital está cerrado y desaprovechado. Es un despilfarro de recursos».

Las razones de los afectados no han variado con el tiempo. Y los apoyos a estas marchas se han ido multiplicando (IU, PSOE, UGT, CCOO, USO, asociaciones vecinales). De hecho, la agrupación de Aluche, que celebra este año su 32 aniversario, reconocía que su lema «Ayer la libertad, hoy el hospital» seguía más vivo que nunca. Por eso, hoy (o dentro de unos meses), lo histórico es que por fin haya un acuerdo firmado entre las dos administraciones (Comunidad y Ministerio), en las que se han alternado gobiernos de ambos signos.

A la petición de convertir el Gómez Ulla en un hospital civil se unieron otros vecinos y otras asociaciones que tampoco disponen de un centro sanitario de referencia próximo a sus viviendas y sí metros cuadrados militares. Así, en 2001, se organizan manifestaciones en las que participan afectados de Hortaleza, Ciudad Lineal, San Blas y Barajas y que pedían una desmilitarización también el Hospital del Aire o el del Generalísimo Franco.

De la lista, sólo el Gómez Ulla siguió en activo y se ha convertido en el primero, en la Comunidad de Madrid, en acoger a pacientes civiles. Aunque esta decisión no es nueva para el Ministerio de Defensa que ya ha accedido, en esta legislatura, a la cesión a la sanidad pública de centros hospitalarios militares en Andalucía, la Comunidad Valenciana y Aragón.

Por si acaso, los vecinos ya han dejado claro que el Gómez Ulla no es incompatible con la reivindicación de la construcción de un hospital en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel, necesarios ambos para atender a los más de 500.000 habitantes de los distritos de Carabanchel y Latina.

Por eso, a pesar de este acuerdo, los vecinos mantienen vivas sus ilusiones sobre las antiguas rejas, siguiendo quizá lo de «hasta la lucha, siempre». El Ayuntamiento de Madrid, a iniciativa de IU, aprobó una resolución para pedir la cesión de estos metros cuadrados y construir equipamientos públicos. Además, Esperanza Aguirre anunció el pasado enero en el Foro de EL MUNDO la promesa electoral de construir un hospital allí. Ahora, la pelota se encuentra en el Ministerio de Interior.

De conseguirlo, los vecinos de Aluche y Carabanchel pasarían de pelear durante años por tener en su barrio un hospital de referencia a tener dos centros médicos a pocos metros de distancia.

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