ERASMO Su problema: discursos
pomposos, idiotas, imaginan el fútbol no como juego, mera intersección de causas
fortuitas, estados de ánimo, genialidad inesperada. Mas, como ciencia exacta,
con gramática, sintaxis de líneas, ecuaciones, estrategias. Y ni siquiera la Aritmética
lo es, sus enigmáticos Cero, Número Uno, Infinito. Y un presidente recién
llegado (seis meses), fusilado por mandos a distancia, cada amanecer. 3-3.
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