El futuro de Jônatas Domingos pasa por regresar a Brasil. Así lo solicitó ayer el futbolista, amparándose en problemas familiares. El club, por su parte, se limitó ayer a confirmar que se le abrirá un expediente disciplinario.
«No tiene nada de inmaduro ni de tonto», decía el pasado fin de semana Dani Ballart, consejero del Espanyol y director de la oficina de atención al futbolista, cuando se le interrogó por la fuga de Jônatas.
Ballart estaba en lo cierto. El ex futbolista del Flamengo sabía a qué se atenía cuando prefirió acudir a ver a su padre, muy afectado por el secuestro de nueve días que sufrió en diciembre.Sabía que le esperaba una dura sanción, pero era perfectamente cosciente que su teatral y sorpresiva marcha sería una buena baza para hacer comprender al Espanyol que quiere finalizar su etapa en blanquiazul.
Ayer, instantes después de que aterrizara su avión, dejó bien claras sus intenciones: «Quería seguir aquí, pero he tenido muchos problemas desde que vine y lo mejor para mí es volver a Brasil para poder estar con mi familia. Si mi padre no está bien, yo no puedo estar bien aquí». Más claro, el agua.
El centrocampista empleó un tono conciliador y dijo que «entendería» una sanción, y que hay que «encontrar una solución» que no perjudique el club. Jônatas insistió en que está «muy preocupado» por su padre, que tiene muchos problemas después del secuestro y no está bien». «Ahora mi padre está mejor y yo también porque le he visto. Inmediatamente hablaré con el club para intentar encontrar una solución porque mi padre no quiere venir a Barcelona y, con la situación que está viviendo, yo necesito estar cerca de él», remachó.
Pero el papel de niño bueno le duró pocas horas. Por la tarde estaba anunciada su presencia en Montjuïc para reunirse con el director deportivo del club, Paco Herrera, para discutir su futuro.Sin embargo, Jônatas no apareció. Fuentes del Espanyol confirmaron que el brasileño había apagado su teléfono móvil y que Dani Ballart, vecino del futbolista, le llamó a la puerta de su casa sin éxito.
El director general del club, Pedro Tomás, confirmó tras la reunión del consejo que el club le abrirá un expediente disciplinario, y que en el caso de que Jônatas se reincorpore hoy a los entrenamientos, la entidad apoyará cualquier medida que imponga al díscolo jugador Ernesto Valverde.
Sin embargo, ninguna sanción librará al club de su mayor preocupación: recuperar la fuerte inversión que realizó el pasado verano, cuando gastó 2,8 millones de euros en traerse a Jônatas, por entonces prometedor capitán del Flamengo.
Una de las opciones que se han barajado es que el Espanyol metiera al jugador en alguna operación de intercambio de jugadores con un club brasileño, como medida de emergencia para tratar de recuperar parte de la inversión. Sin embargo, el cambio de cromos no se antoja fácil y Jônatas deberá esperar para culminar su ansiado regreso a Brasil.