MARISA RECUERO
MADRID.-
«Visto para sentencia». Con esta frase la juez Miriam Iglesias dio ayer por finalizada la vista oral celebrada con motivo de la demanda interpuesta por César Areces Fuentes y sus hermanos contra El Corte Inglés.
Esta rama de la familia Areces, sobrinos del fundador de los grandes almacenes, denuncia que la compañía ha incumplido uno de los artículos de sus estatutos. César Areces, que quiere vender sus acciones (un 0,67% del capital) a cambio de 98 millones de euros, denuncia que el grupo quiere comprarlas a precio contable y no al real. La empresa considera que el consejo de administración está habilitado para decidir sobre sus acciones.
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