El máximo responsable de la diócesis sevillana defendió que «la gente de la calle tiene que conocer las razones que han motivado la adopción de esas medidas. Se ha originado una gran inquietud entre la gente porque no han explicado lo suficiente cuáles son esos motivos». «Uno siempre piensa que para tomar decisiones de tanto calado social existen unos motivos», señaló

Aseguró, además, entender perfectamente el sentir de las víctimas, y manifestó que, «aunque la apoteosis de la Justicia es el perdón, éste también lleva aparejado el arrepentimiento». El prelado insistió en que no es lícito desvincular las amenazas del hecho terrorista en sí. «Terrorismo también es amenazar a las personas. No es sólo poner una bomba. También es terrorismo decir que lo vas a hacer».

Por su parte, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, afirmó que «la problemática moral del terrorismo no puede ser intercambiada por ventajas de orden político». El prelado recordó que «el terrorismo es un problema, de naturaleza moral, y no se puede pretender vencerlo y superarlo sólo con la metodología de la pura estrategia y pura táctica política».

Ese problema «sólo puede superarse a través de una conciencia moral que afirma claramente que el derecho a la vida no es una mercancía que pueda ser negociada por nadie, en función de ventajas pragmatistas de orden social, político y económico».