Josep Lluís Carod-Rovira se ha convencido de que, de momento, no sirve de nada guerrear para que Cataluña pueda estar en los Juegos Olímpicos. Ayer, en Lausana, donde se encuentra la sede del Comité Internacional Olímpico (CIO), admitió oficialmente que «es un error canalizar toda la proyección internacional del deporte catalán sólo a través de una vía hoy por hoy difícil», pese a que durante toda la legislatura anterior el tripartito alentó esa opción. La nueva ERC pide al CIO organizar una competición de «países sin Estado como Cataluña», cuya primera edición se celebraría en 2010 en Barcelona.
El vicepresidente catalán anunció los propósitos de la Generalitat en Lausana, porque allí se reunió con el presidente del CIO, Jacques Rogge, para pedirle que no se convierta en un obstáculo para que esa competición -que propuso llamar Juegos de Países Deportivos Europeos OPEN- se lleve finalmente a cabo.
En ese tiempo, le dijo que el evento «no es reponsabilidad del CIO, es una iniciativa tomada desde Cataluña», y lo equiparó en numerosas ocasiones con competiciones consolidadas como los Juegos de la Commonwealth o los de la Francofonía. El líder de ERC adelantó tras la reunión que el presidente del CIO ve «con simpatía» la propuesta catalana.
Carod-Rovira, que ha asumido las competencias en materia deportiva desde que el nuevo tripartito tomó el poder, explicó que la iniciativa busca recabar el apoyo de territorios, regiones y países que, si bien no tienen un comité olímpico propio, sí pueden acreditar una «larga tradición deportiva, que ya se manifestaba hace 70 u 80 años». Entre ellos, por supuesto, Cataluña, pero también zonas tan dispares como el País Vasco, Palestina, Puerto Rico, Kosovo o Zanzíbar.
La Generalitat define oficialmente la iniciativa, nacida de «la audacia, la ilusión y el realismo», según Carod, como «unos juegos complementarios a los Juegos Olímpicos, en los que se podrá seleccionar a deportistas de alto nivel actualmente excluidos legalmente o deportivamente de las grandes competiciones mundiales».
«Es una iniciativa que no entra en competición ni en confrontación con los Juegos Olímpicos tradicionales», reiteró el vicepresidente catalán, que aseguró que el Gobierno español «ya la conocía». «En ningún momento nos han manifestado rechazo», añadió. Fuentes del Govern explicaron que el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, sí estaba enterado de los juegos alternativos que promoverá Cataluña, pero no el Comité Olímpico Español (COE), que, según Carod, será informado por Jacques Rogge.
«Nos acogemos a la definición previa de la Carta Olímpica», explicó Carod. En 1997, durante una sesión en Atlanta, el CIO decidió cambiar la norma 31.1 de ese documento. Hasta entonces, prevalecía la definición de Pierre de Coubertin según la cual «la geografía del deporte no siempre coincide con la geografía política». En Atlanta, sin embargo, se especificó que la palabra «país» significa para el CIO «un Estado independiente reconocido por la comunidad internacional».
Ello ha provocado que Cataluña quiera tener como compañeros de viaje a, por ejemplo, Macao, Aruba, Curaçao, las islas Vírgenes, Groenlandia o la isla Norfolk, de apenas 1.600 habitantes. La lista tiene 53 nombres y la Generalitat ha incluido también a Inglaterra, Gales o Escocia, que participan en algunos deportes, por ejemplo en fútbol, de manera independiente porque no hay una selección del Reino Unido. También a otros «países deportivos» o soberanos que sí fueron aceptados en el CIO antes de 1997, como Puerto Rico, las islas Cook, Hong Kong o Taiwan que formarían parte de los territorios a los que Cataluña quiere convencer para que, en 2010, se alumbre una nueva competición internacional.
El presidente de CiU, Artur Mas, rechazó ayer que la participación de Cataluña en acontecimientos deportivos internacionales quede relegada a «competiciones de segunda categoría». El líder de CiU recordó que Cataluña tiene equipos de primer nivel y citó concretamente el fútbol y el hockey sobre patines, para preguntarse después si Cataluña debe limitarse a competir sólo con selecciones de «Flandes, Escocia, Quebec o las islas Feroe». Artur Mas tildó la propuesta de «ridícula».
El portavoz parlamentario del PP catalán, Francesc Vendrell, dijo que Carod «no sabe qué es ni cuáles son sus funciones», y le ha acusado de «querer otorgarse la labor de dar carnés de países sin Estado».
El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, tildó la iniciativa del Govern de «política equivocada» y subrayó que «no es serio» que el consejero de la vicepresidencia «se dedique a estas cosas». Según Rivera, el objetivo debería ser que «el máximo número de catalanes estén presentes en las selecciones españolas».
