Sr. Director:

En relación a la VIII cumbre de alto nivel hispano-marroquí celebrada recientemente en Rabat, leí la semana pasada en su periódico, respecto a la propuesta de autonomía que el régimen marroquí pretende concedernos, lo siguiente: «Rabat envió a principios de febrero una delegación oficial a París y Madrid para informar sobre su propuesta autonómica (...) Por el momento no han trascendido detalles de la propuesta (...). La delegación que visitó España no proporcionó documentos, sino sólo comentarios orales».

Un día después, me encuentro ante el siguiente titular: Zapatero insta al Polisario a negociar el plan de Autonomía para el Sáhara que propone Marruecos. En la lectura del artículo me encuentro con que Zapatero «acoge con interés el plan marroquí» porque «es un cauce para retornar al diálogo entre las partes». Es decir, que el presidente del Gobierno español da fe de un acta verbal sin saber los detalles de la propuesta ni tener documento alguno en el que basar su apoyo al mencionado plan.

No deja de ser extraño que un presidente de un país democrático apoye sin matices un plan con el entusiasmo con el que lo hizo Zapatero sin habérselo leído siquiera. Además de no estar en el marco legal de las leyes internacionales, este plan ignora el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, principio recogido en la Carta Magna de las Naciones Unidas.

Si antes la postura neutral de España era menos mala, ahora la postura pro-marroquí es nefasta. Zapatero tiene ciega confianza en un país donde el respeto a los Derechos Humanos sigue siendo un concepto desconocido.

Requena (Valencia).

Mustapha Mohamed-Lamin Ahmed.

Consideraciones sobre las centrales nucleares

Sr. Director:

A vueltas con el debate sobre el uso de la energía nuclear de los últimos días, me quedé estupefacto al leer en EL MUNDO el pasado domingo el argumento, supuestamente académico, de un catedrático de Física. Cito: «El funcionamiento de las centrales nuncleares es el de una bomba atómica controlada. Si se despistan los controladores, la central explota».

Yo quiero decir, para tranquilidad de muchos, que esto es falso. Las centrales nucleares comerciales trabajan en lo que se conoce como reacción lenta, en una primera onda de la reacción en cadena en la que si se supera una aportación excesiva de energía la reacción se frena. Ésta es una primera salvaguardia por diseño, implícita al proceso. Por eso cuando la central de Chernóbil se descontroló, se fundió, pero no explotó; es la prueba del nueve. Los elementos radiactivos escaparon al exterior porque las centrales soviéticas no tienen otra salvaguardia esencial que tienen todas las centrales nucleares occidentales: la vasija nuclear, donde se confina el reactor, un depósito sellado a prueba de presión y temperatura. Y, recubriendo la vasija, el edificio de contención es otra barrera añadida diseñada sísmicamente como todo lo que hay dentro. La central de Chernóbil no es la primera central que se funde, ya lo hizo antes la central de La Isla de las Tres Millas, cerca de Nueva York, y todas esas salvaguardias funcionaron.

Otras observaciones del artículo aludido olvidaban las leyes de la termodinámica y el concepto de entropía. La parte convencional de las centrales nucleares se basa en los mismos principios termodinámicos que los Fórmula 1, los aviones a reacción o el resto de centrales de gas.

Una última observación: sí existen los llamados reactores nucleares rápidos, para producción de plutonio de uso militar, y esos sí trabajan en la reacción en cadena rápida, pero no son de utilización comercial para producir energía eléctrica.

Madrid.

Manuel Reimunde Alfaro.

¿Quién paga las movilizaciones del PP?

Sr. Director:

A mí me parece muy bien que la gente acuda a manifestaciones. En España hay motivos de sobra para echarse a la calle y protestar por la actuación de nuestros gobernantes (en todas las Administraciones y de todos los colores políticos). Lo que no parece tan bien es que un partido -en este caso el PP- se esté gastando tanto dinero en trasladar manifestantes de unas ciudades a otras. El gasto en autobuses, toda clase de pancartería, etcétera, al final lo pagamos entre todos los ciudadanos -aunque estemos en contra de las manifestaciones de Rajoy y sus seguidores-, porque los partidos políticos se financian con fondos estatales.

Pero, además de por una cuestión económica, estoy en contra de este desplazamiento masivo de ciudadanos por una razón ética y estética. ¿No sería más lícito que, por ejemplo, el próximo sábado, se manifiesten en Pamplona los navarros que lo deseen, y no que al final resulte que las tres cuartas partes de los manifestantes sean de otras ciudades?

Madrid.

Berta Loja.

Rubalcaba debe dejar el Ministerio del Interior

Sr. Director:

A medida que progresa el juicio del 11-M, se hace más evidente que Rubalcaba deberá salir del Ministerio del Interior cuanto antes, y que debe ocupar su puesto otro socialista que haya estado lejos de toda la investigacion del atentado. Esto es debido a la implicacion de Rubalcalba antes y despues de dicho atentado, desde su pásalo famoso a la designacion del equipo policial, en el que hay personas tan comprometidas en ilegalidades que van a crear un gran escándalo que salpicará al Gobierno. Rubalcalba es ya un problemazo para ZP.

California (EEUU).

Carlos Carrión.

Un viaje complicado para los Reyes

Sr. Director:

Los Reyes tienen un papelón en su viaje oficial a Argelia, por culpa del escenario sembrado de minas que les dejó Zapatero tras su viaje a Marruecos. Ya está bien de que Sus Majestades tengan que deshacer los entuertos del inquilino de La Moncloa.

Segovia.

Ana Ruiz.