A pesar de que González Marín explicó que, según otro estudio encargado por su organismo a expertos de la UPC, «no se detectó en los edificios examinados ninguna situación de riesgo de rotura o de fallo estructural», sí admitió que las grietas detectadas tienen su origen en los «movimientos inducidos por la deformación de las pantallas» colocadas para la construcción de los túneles a su paso por El Prat.

Durante su comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso de los Diputados, el presidente de Adif explicó que las últimas inspecciones realizadas señalan, además, que de las 421 viviendas, el 30,1% no tiene patología alguna; el 38,1% tiene lesiones «no relevantes» -léase manchas de humedad, microfisuras o desconches de pintura-; el 17% presenta daños «no preocupantes» al no comprometer la estabilidad; y el 13,1% patologías «sujetas a seguimiento», ya que se ha observado en ellas desde la primera campaña un incremento en los daños, sin que esté comprometida la estabilidad. En total, son 288 las viviendas con daños, lesiones o patologías, según los datos de Adif.

El máximo responsable de Adif aclaró que han sido los expertos quienes han determinado que los desperfectos «no revisten gravedad», si bien aprovechó también para recalcar su compromiso con la seguridad como «valor primordial» y trasladar a los vecinos un mensaje de «confianza».

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Nucli Antic, Rosario Amador, calificó de «muy desafortunadas» las declaraciones del presidente de Adif, Antonio González, durante su comparecencia ante la Comisión del Congreso. La dirigente vecinal explicó a Efe que estudiarán con detalle las afirmaciones para «dar una cumplida respuesta» a las mismas.