«Aún teniendo el servicio contratado para esta semana, la menor no quiere salir nuevamente» a la calle, explica el abogado, quien apunta que la joven se halla «en una situación de pleno desasosiego».Oriola contrató el servicio de un escolta para que acompañase a Elisabeth G. por la calle y hasta el instituto, al que no había vuelto desde diciembre.

Elisabeth G. ya soportó insultos a finales del mes de febrero, cuando la prensa se hizo eco del caso y la chica decidió salir de casa acompañada de una cuñada. «Estamos hartos de ti», le espetó entre insultos una amiga de las gemelas a la joven, quien respondió con desaires. Atemorizada tras recibir represalias, la adolescente desistió de pisar de nuevo la calle hasta la semana pasada.

La menor, en tratamiento psiquiátrico, se ha atrevido a salir en contadas ocasiones de su domicilio desde Navidad, cuando optó por recluirse tras la paliza que recibió en un centro comercial de Badalona. A causa del temor de Elisabeth G., los padres buscan un instituto fuera de Santa Coloma donde escolarizar a su hija.

La familia de la menor está pendiente de conocer la resolución judicial tres de las siete causas presentadas contra las presuntas acosadoras.