MÉRIDA. - La tragedia Los persas, de Esquilo, se representará por primera vez en la historia del Festival de Teatro Clásico de Mérida en una versión de Calixto Bieito que pretende ser un «réquiem» sobre el conflicto de Afganistán y la presencia de las tropas españolas, que contará con Natalia Dicenta en unos de los papeles principales.
Bieito, director del espectáculo y autor de la adaptación junto a Marc Rosice, visitó ayer el Teatro Romano para preparar los detalles del montaje y dijo sentirse «fascinado» al ver el escenario, que calificó como «el más impresionante que he visto en mi vida».
Los persas, una coproducción del Festival de Mérida y Focus que se estrenará el próximo 26 de julio, será un «réquiem», un «gran lamento» poético, no documental, por la guerra y la violencia, pero que no pretender moralizar, según su director.
Bieito eligió esta obra porque es la única de Esquilo que habla de hombres, y no de dioses y mitos, y porque aborda un tema de actualidad. «Es una constatación que la intervención en Afganistán no ha servido para nada» y apuntó que, a su juicio, la presencia española «no tiene demasiado sentido».
El espectáculo alternará música y texto y, aunque se hace preguntas sobre el sentido de la guerra, será «emocionante» y, «por encima de todo, no aburrido», según informa Efe.
Será una versión muy libre, con elementos modernos, como ya mostró en su recreación de Electra, y explicó que el texto original tiene sólo 20 o 30 páginas y no es excesivamente complicado.
Lo inteligente del texto, según dijo, es que no trata a los conquistadores como bestias ya que entra en la psicología de los invasores e intenta comprenderlos.
Transmitir emociones
De momento, sólo hay un protagonista, Natalia Dicenta, una actriz con la que no ha trabajado nunca, pero de la que destacó su capacidad para transmitir emoción y que «canta como los ángeles».
El responsable del Festival de Mérida, Francisco Carrillo, destacó que Bieito es el director teatral español con mayor proyección nacional e internacional. A su vez, la directora del Centro Dramático y de las Artes de Extremadura, María José Casado, señaló que es un «referente» y uno de los más polémicos, «en el buen sentido de la palabra».
De hecho, sus montajes pueden provocar cualquier reacción menos la indiferencia, una palabra que no casa en absoluto con este enfant terrible. En el Teatro Real de Madrid, por ejemplo, todavía recuerdan la polvareda que levantó con su montaje de la ópera Wozzeck, de Alan Berg, que incluía desnudos, vómitos y disecciones de cadáveres.
Francisco Carrillo, por otra parte, aseguró que el grueso de la programación está prácticamente cerrada y apuntó que, debido a la agenda de los grandes actores e interpretes, ya trabajan para la edición de 2008.