No ha tenido piedad el Comité de Control y Disciplina del máximo organismo europeo, que, tras analizar los graves incidentes ocurridos el pasado 6 de marzo en el partido Valencia-Inter de Champions, ha impuesto fuertes castigos a los seis imputados por la tángana que se originó al final del partido.

Por supuesto, el peor parado ha sido David Navarro. No tenía perdón el central de Puerto de Sagunto, que le rompió la nariz a Burdisso de un puñetazo. El fiscal instructor del caso, Samuel Leuba, que en un principio solicitó 10 meses para el defensa, propuso además al presidente del Comité de Control y Disciplina, Thomas Partl, que remitiera el castigo a la FIFA con tal de que la inhabilitación se hiciera extensible al resto de competiciones (Liga y Copa del Rey), así como a encuentros de selecciones nacionales.

A falta de conocer si la FIFA aceptará o no la propuesta cuando la resolución sea firme, la sanción afectará sólo a competiciones europeas. El castigo a David Navarro, a pesar de que en el club intuían que sería ejemplarizante, también ha sorprendido por calibrarse su penalización en tiempo y no en partidos. «Todas las sanciones son sorprendentes, porque al cuantificar la sanción por meses se puede dar la paradoja de que Marchena, sancionado con cuatro partidos, cumpliese la sanción incluso más tarde que Navarro», comentó Juan Galiano.

El caso de Marchena ha dejado descolocado al club levantino, que no entiende cómo pueden castigar a un jugador que sólo se defendió de los intentos de agresión de Burdisso, mientras a éste sólo se le suspende con dos partidos más. Extraña vara de medir, aunque el equipo español asume que todos los protagonistas, independientemente de sus acciones, han sido metidos en el mismo saco y que el juicio obedece a la férrea línea que quiere implantar en su mandato el nuevo presidente de la UEFA, Michel Platini, con las acciones antideportivas. Vamos, que se sienten como conejillos de Indias en el primer asunto polémico que ha tenido que resolver la UEFA con el francés al frente.

La lucha en el Valencia se centra desde ayer en elaborar un recurso de apelación por las tres resoluciones adoptadas por la UEFA, dado que además de David Navarro y Marchena, el club ha sido penalizado con 155.000 euros. Aunque todavía está a la espera de la sentencia en firme (el escrito remitido ayer por la UEFA no argumenta los motivos de las sanciones), el abogado, portavoz y secretario del Consejo de Administración del club, José Pastor, ya anunció que agotarán todas las vías posibles para reducir las sanciones. Primero, a través del Comité de Apelación y, posteriormente, si no prosperan los recursos, al Tribunal de Arbitraje, como última instancia. Pastor no cree necesario solicitar medidas cautelares para que los futbolistas sancionados puedan jugar la ida de los cuartos de final contra el Chelsea, el 4 de abril, en Londres.

El club se pondrá en manos del prestigioso abogado valenciano, especialista en Derecho Deportivo Internacional, Juan de Dios Crespo, que ha trabajado para los clubes más importantes del mundo.

La UEFA también castigó a Burdisso y Maicon con seis partidos. Los menos perjudicados fueron Córdoba y Julio Cruz, que estarán tres y dos partidos apartados, respectivamente. El Comité de Disciplina también sancionó con 155.000 euros al Inter. Toldo y Mihailovic, que invadieron el vestuario del Valencia, salieron impunes. El Inter, a través de su presidente y máximo accionista, Massimo Moratti, consideró la resolución una «bofetada» a su club. «Ahora esperamos a leer las motivaciones de las sentencias, pero seguramente presentaremos recurso», comentó el dirigente italiano.