Jueves, 15 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6297.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí (Voltaire)
 ESPAÑA
PREGUERIAS
Entramos en arenas movedizas
VICTORIA PREGO

Era otro hombre. Igual de bien plantado, con el mismo aspecto impecable. Elegante, atildado, pero otro hombre. Aquel comisario jefe de los Tedax que compareció ante la Comisión de Investigación del 11-M hace ya casi tres años, que entonces derrochaba seguridad, ofrecía un perfil altamente especializado, hablaba con el aplomo que da el dominio de la tarea encomendada, aquel jabato de la desactivación de explosivos, estaba ahí sentado ayer, repitiendo con voz temblona frases como «no sé», «no recuerdo», «no estoy seguro» o «no se me informó». Tres años después, el señor Sánchez Manzano aparecía como si hubiera sido un auténtico cero a la izquierda en aquellas jornadas frenéticas de angustia.

Publicidad
En alguna de sus dos representaciones, entonces o ayer, ha mentido este hombre. Probablemente en las dos. Pero ayer fue muy evidente que lo que pretende ahora es sacudirse de encima cualquier responsabilidad -toda vez que ha sido destituido de su cargo- para lo cual buscó ofrecer esa imagen patética. Tanto, que alguno de los letrados acabó haciéndole una pregunta humillante: «¿En qué consiste entonces la dirección de los Tedax?». Peor aún fue la respuesta: «En coordinar la información y en supervisar que las actuaciones cumplan los protocolos». En hacer de ama de llaves, por lo tanto. Increíble pantomima.

Al final, entre evasivas y silencios, el otrora Jinete del Bien acabó endiñándole a una ex subordinada toda la responsabilidad de los análisis que no se hicieron, de los que dice que se hicieron, de los resultados que no se registraron, de las imprecisiones que se cometieron y, en definitiva, de la chapuza infinita, si no culpable, en que él incurrió. La perito-recipiente de todos sus embolados está llamada a declarar y es de esperar que muestre mayor entereza y nos ofrezca mejores garantías sobre el funcionamiento de una unidad tan importante para la seguridad de los españoles.

Entretanto, el espectro del jefe que fue dio pie con su endeblez a que surgiera con impulso espontáneo una infinidad de contradicciones en la versión que hasta ahora había sido la férrea, la verdadera, la única y la oficial. Muchas lagunas aparecieron ayer en aquel páramo. Una de ellas, la famosa mochila de Vallecas que, gracias a la limpia seguridad de uno de los tedax que declaró después, quedó claro que de ninguna manera estaba en la estación de El Pozo, como siempre hasta hoy había venido escrito en el Ripalda de Interior.

De todos modos, de la obsequiosidad de las preguntas que algún letrado suministró a Manzano tal que un lenitivo, de los murmullos de irritación que surgían en la sala ante preguntas difíciles, y de la manifiesta y creciente incomodidad de la Fiscalía resultó fácil deducir que se había tocado nervio.

victoria.prego@el-mundo.es

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad