Las garantías que ofreció el nuevo titular de Justicia durante su comparecencia parlamentaria para explicar su programa de actuación no convencieron al portavoz del Grupo Popular, Ignacio Astarloa, que recordó que, desde su cargo de fiscal, Fernández Bermejo «se negó» a promover la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas y permaneció «inactivo ante las plataformas de Batasuna», mientras que, ya como ministro, «ha justificado la escandalosa excarcelación ante el chantaje de De Juana».

«Vivimos un momento clave en la lucha antiterrorista y de usted y de su desdichado fiscal general depende que ETA no vuelva a las instituciones y que la ilegal Batasuna no siga campando a sus anchas», dijo Astarloa en una dura intervención en la que también reprochó al ministro que inaugurase su cargo atacando al Consejo General del Poder Judicial, «incumpliendo su obligación, que es cooperar con él».

Fernández Bermejo practicó hasta tal punto la virtud de la contención que hizo una declaración de amor al portavoz popular («señor Astarloa, ¡es que le quiero! Eso no lo va a poder impedir»), recordando su talla de «hombre de Estado» cuando dirigía la Secretaría de Estado de Interior.

«No he venido a hacer estropicios ni a negociar con ETA», manifestó el ministro, que defendió la utilidad de la Ley de Partidos y, en un intento de desmarcarse de su perfil bronco, multiplicó las ofertas de diálogo.

No anunció en su proyecto grandes novedades que no sean la continuación de las iniciativas ya emprendidas, en particular el desarrollo de la oficina judicial, que sufre un notable retraso. Sí reveló que el Gobierno ha renunciado en esta legislativa a una de las reformas estrella de su programa electoral en materia de Justicia: la nueva ley procesal penal.