IRENE HDEZ. VELASCO / JOSÉ MANUEL VIDAL
ROMA/MADRID.-
El Vaticano ha decidido finalmente no sancionar al jesuita vasco nacionalizado salvadoreño Jon Sobrino, uno de los máximos exponentes de la doctrina conocida como Teología de la Liberación. Eso sí, ha hecho público un documento en el que subraya que algunas obras escritas por él contienen «proposiciones erróneas o peligrosas que pueden causar daño a los fieles».
La Congregación para la Doctrina de la Fe (el antiguo Santo Oficio) ha analizado pormenorizadamente dos libros escritos por el teólogo bilbaíno: Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret y La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas. Y ayer dio a conocer su veredicto a través de una notificación, la primera del Pontificado de Benedicto XVI. En la misma, la Santa Sede deja claro que censura algunas de las ideas que defiende Sobrino por no ajustarse a los predicamentos de la Iglesia. Sin embargo, y en contra de lo que se esperaba, el Vaticano no ha castigado al sacerdote vasco con la prohibición de dar clases en centros católicos o de seguir publicando libros en editoriales vinculadas a la Iglesia, como en el pasado ha hecho con otros teólogos acusados de herejía.
«La medida no puede ser interpretada como una sanción o condena» contra Sobrino, subrayaba ayer el jefe de la oficina de Prensa del Vaticano, el también sacerdote jesuita Federico Lombardi. Sin embargo, admitía que la notificación de la Santa Sede deja abiertas las puertas a que sean los obispos locales salvadoreños o las instituciones religiosas de las que depende Sobrino las que adopten dichas medidas contra él.
Represalias futuras
Según ha podido saber EL MUNDO, el obispo ordinario de San Salvador, monseñor Sáenz Lacalle, del Opus Dei, prohibirá pronto a Sobrino que pueda dar clases o escribir libros.
El Vaticano, por su parte, se ha limitado a dar un fuerte tirón de orejas al sacerdote, al que sin embargo exonera de actuar con mala fe, reconociendo incluso su interés por ayudar a los más necesitados.
«Aunque la preocupación del autor por la suerte de los pobres es apreciable, la Congregación para la Doctrina de la Fe se ve en la obligación de indicar que las mencionadas obras del padre Sobrino presentan, en algunos puntos, notables discrepancias con la fe de la Iglesia», reza la nota pública de El Vaticano.
La notificación supone una dura advertencia para todos los sacerdotes seguidores de la Teología de la Liberación, y más cuando el Papa se dispone a viajar el próximo mes de mayo a Brasil, uno de los principales focos de este movimiento.
La censura a Sobrino ha producido una honda oleada de reacciones en el orbe católico. Para el teólogo Javier Vitoria, es «otro abuso eclesiástico de poder». La asociación Cristianisme i Justicia lo coloca en la larga lista de teólogos represaliados y entre los curas y los seminaristas cunde la perplejidad, ya que los libros de Jon Sobrino son de los más estudiados en Latinoamérica.
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