E. M.
Gallardón se lo toma con tranquilidad. Más allá de apretar el acelerador en precampaña ha decidido optar por el paso de tortuga. De hecho, hasta ayer no había participado en un acto que tuviese este cariz, más allá de los eventos de partido de fin de semana. Eso sí, se trataba de un encuentro con los vocales vecinos del PP, por lo que se puede decir que jugaba en casa. El candidato popular les agradeció su trabajo a lo largo de esta legislatura y les hizo protagonistas de la «mayor transformación que la ciudad ha conocido en décadas, de la que -según dijo- sois artífices y debéis sentiros orgullosos».
El regidor les pidió confianza y trabajo para afrontar las elecciones que se celebrarán el último fin de semana de mayo. «Los vecinos tienen que sentirse realmente representados por vosotros y ver cómo sus peticiones se materializan a través de vuestras propuestas», dijo. La figura del vocal vecino se ha puesto en marcha en esta legislatura y se encarga de recoger las demandas e inquietudes de la calle para trasladarlas a la Juntas de Distrito.
Gallardón definió el proyecto político del PP como un trabajo que «requiere la colaboración de todos» y que se desarrolla «de abajo arriba y no al revés». El candidato se mostró convencido de que «los madrileños comprenderán y apoyarán la idea de ciudad que entre todos hemos definido», si permanece abierto ese canal vecinal.
«Se aproximan días decisivos para Madrid en los que los ciudadanos tendrán que decidir si vuelven a confiar en nosotros para completar la labor realizada. Ante ese reto, os digo: tened confianza, pero no dejéis de trabajar ni un solo día», les arengó. Bajo su punto de vista, este trabajo es el que diferencia al PP de otras opciones políticas, ya que se trata de una fórmula que «nace de escuchar a los ciudadanos, en cada calle, en cada barrio, en cada distrito y para estudiar después las soluciones a los problemas».
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