Las nuevas sucursales bancarias se abrirán básicamente en Barcelona, Tarragona y Lleida, además de las comarcas del Vallès y del Baix Llobregat.

El objetivo es consolidar la caja madrileña en la tercera posición de las entidades de ahorro que operan en Cataluña, sólo por detrás de La Caixa y Caixa Catalunya. De momento, sólo ocupa esa posición por volumen de negocio y de inversión, mientras que por captación de ahorro todavía es superada por otras cajas catalanes, según explicó ayer el director de negocio de Cataluña y Baleares, Antonio Tomás, quien explicó que en determinados mercados locales es muy difícil competir con grupos locales.

Actualmente, la base de clientes de Caja Madrid supera el medio millón de clientes y el volumen de negocio asciende a 18.672 millones (incluido Baleares). Caja Madrid registró el año pasado un crecimiento orgánico del 25%, ayudado por el acuerdo desarrollado junto a Mapfre según el cual los productos del grupo financiero se pueden vender en determinadas oficinas de la aseguradora.Ese acuerdo ha permitido que hasta ahora se hayan aprovechado 78 oficinas de Mapfre para vender productos bancarios.

En el ámbito de los créditos, la financiación a particulares representó un 71% del total, mientras que la concedida a las empresas supuso el 29%. En 2007, Tomás pronosticó que la entidad superará los 20.000 millones de euros.

Antonio Tomás desmintió «rotundamente» que la tensión política o la generada por las OPAs sobre Endesa haya tenido alguna repercusión en el negocio de la entidad, tal y como ocurrió a La Caixa en el resto de España en determinados casos.

La entidad, que cuenta con un presupuesto para su Obra Social de 180 millones para el conjunto de España, ha firmado actuaciones destacadas en Cataluña, como un convenio con el Palau de la Música y la adaptación del Museo de Montserrat.