HÉCTOR MARIN
EL PRAT.-
Decepcionados, enfadados, indignados y a la expectativa.Así se sienten los miembros de la Asociación de Vecinos Nucli Antic de El Prat de Llobregat, afectados por la aparición de grietas en viviendas próximas a las obras del AVE, tras la reciente comparecencia del presidente de Adif, Antonio González Marín, en el Congreso de los Diputados para avanzar los resultados de dos estudios independientes encargados a expertos geólogos.
La presidenta de la entidad vecinal, Rosario Amador, señaló ayer a este diario que rechaza «por completo» la hipótesis sostenida por Adif de que ya hubiera grietas en los edificios antes del inicio de los trabajos de la construcción de la alta velocidad a su paso por la localidad. «Podría haber algunas aberturas mínimas, casi invisibles, pero es que donde había una como ésa ahora hay tres y más amplias», aseguró.
Amador criticó que los vecinos afectados -hay unas 150 denuncias presentadas, según dijo- no hayan tenido «ninguna notificación» de los dos informes técnicos que deben aclarar los orígenes de la aparición de las grietas en viviendas y locales del casco antiguo de la ciudad, así como las medidas correctoras a adoptar a partir de ahora. La portavoz de AV Nucli Antic calificó de «mal gusto» el hecho de que se haya explicado el contenido de los estudios antes «en el Congreso y a los medios que a los propios afectados. «Una reunión previa era una de nuestras exigencias», añadió.
Según la representante vecinal, la intención de Adif «continúa siendo echar balones fuera para no hacerse cargo de las reparaciones, como ya ha pasado en los casos de Castellbisbal y Martorell».A la espera de que el asesor técnico de la entidad vecinal reciba a mediados de la semana siguiente los estudios, Amador aseguró que actuarán «en consecuencia».
Los vecinos, que han valorado los daños materiales en nueve millones de euros, critican la calidad de las revisiones efectuadas en las viviendas, se oponen a la construcción del segundo túnel e incluso han amenazado con paralizar las obras. «Deben cumplirse los acuerdos y reforzarse los pisos», exigió Amador. Mientras, las grietas siguen apareciendo y aumentando.
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