El nombre de Beastie Boy reluce como un diamante en lo más alto del cartel de Sónar. Para los responsables del festival de música electrónica, que tendrá lugar del 14 al 16 de junio en Barcelona, supone la culminación de una búsqueda, «la conclusión de toda la línea estilística que ha venido llevando Sónar en los últimos años», en palabras del codirector Enric Palau.
El trío de Nueva York, emblema del hip hop blanco con escapadas al funk y al punk, es todavía hoy, 20 años después de su primer disco, una de las principales atracciones de la música de corte popular, un nombre capaz de poner de acuerdo al público del rock, el tecno y, por supuesto, el rap y que aún no ha avistado la cuesta abajo en su carrera. Todo lo contrario: desde 1986 hasta hoy, cada nuevo álbum de Beastie Boys ha sido una demostración de talento que, no sólo ha reafirmado la fidelidad de sus fans más antiguos, sino que ha ido sumando nuevo público.
No era de extrañar, pues, que MCA, Adrock y Mike D estuvieran en el punto de mira de Sónar: desde que el festival empezó a abrir su programación al hip hop como lenguaje próximo al de la música electrónica de baile, Beastie Boys era el nombre deseado, por su tirón y su explosivo directo. Directo que no se veían en España desde 1998 -en la tercera edición del festival de la vaca en Escalarre- y que en Sónar será por partida doble: uno el jueves 14 a modo de concierto inaugural en la Fira Gran Via de L'Hospitalet subtitulado A gala event y centrado en su repertorio de funk instrumental, y otro el viernes 15 con el show hip hop completo y la presentación del disco previsto para el verano.
No será Beastie Boy la única leyenda de la música popular que presente Sónar este año. La confirmación de Devo, el mítico grupo new wave de los 70 y los 80, supone una sorpresa, máxime cuando será el primer concierto del quinteto de Ohio en Europa en 17 años -y el primero en España en sus 30 años de carrera-. Los teóricos de la de-evolución de la especie humana acudirán a Sónar con toda su imaginería freak para recuperar un repertorio -con su versión irreverente del Satisfaction de los Rolling como mayor hito conceptual- que en su día sorprendió por su descaro y que todavía hoy se contempla como una de las mayores extravagancias de la historia del pop, próxima en espíritu a los Talking Heads de David Byrne.
Beastie Boys y Devo son los dos nombres que mejor ilustran la idea a la que apuntaba Enric Palau de un cartel «de conclusiones»: son dos cuentas pendientes ahora saldadas que irán acompañadas de un resto de cartel que dibuja una propuesta musical generosa y especializada que, a modo de analogía con los cabezas de cartel veteranos, la dirección del festival ha calificado «de evoluciones».
Como en cada edición, Sónar quiere investigar lo que se cuece en el subsuelo de la música electrónica de baile y de vanguardia, y la programación se moverá alrededor de diversos hilos temáticos: la exploración, una vez más, de las música diferente que se produce en el Extremo Oriente, en particular Japón (Cornelius, Piana y Romantica, que mezcla electrónica, cabaret y desnudo integral) y china, en particular la de Beijing.
El programa de Sónar se completa con menús sobre estilos de actualidad como el dubstep -una especie evolución oscura y contundente del sonido jamaicano hecho en Inglaterra: Kode9, Skream y Various Production son los artistas clave-, el new rave y el electro-punk -el sello Ed Banger con Justice a la cabeza, New Young Pony Club, Radio Slave y dos nombres clave de la antigua escena rave en Gran Bretaña, Altern8 y los Fangoria de Alaska y Nacho Canut-, el pop electrónico -Junior Boys, Matthew Dear-, el rock y el ruido -Wolf Eyes, Mogwai- y dos exploraciones de las posibilidades del piano a cargo de Alexander's Annexe y Francesco Tristano en un concierto especial, el jueves 14, en la sala 2 del Auditori.
Por otra parte, Sónar traerá por primera vez a España un experimento singular, Narod Niki, una jam improvisada sólo para ordenadores portátiles comandada por el productor chileno Ricardo Villalobos, justo a continuación del show instrumental de Beastie Boys.