Viernes, 16 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6298.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Es necesario siempre esperar cuando se está desesperado (G. Flaubert)
 CULTURA
«La música pone en ruta al pensamiento filosófico, agotados ya otros caminos»
El pensador Eugenio Trías y el escritor José Saramago, investidos honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid en un acto emotivo y que fue presidido por el rector Angel Gabilondo
ANGEL VIVAS

MADRID.- El filósofo Eugenio Trías y el escritor José Saramago fueron investidos ayer doctores honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid. El acto añadió a la solemnidad y la belleza habituales en estas ceremonias, con su aire arcaizante y gremial, el himno y los distintivos universitarios, la música antigua y el uso del latín, una indisimulada cordialidad por parte de todos, del rector al numeroso público asistente.

Publicidad
A Trías y a Saramago les unen más cosas de las que pueda parecer a primera vista. Además de proceder de zonas periféricas de la península y de haber militado, con distinta duración, en partidos comunistas, son, sobre todo, un pensador que entiende que la filosofía debe singularizarse en su lenguaje, y un novelista con ideas. Trías se ha ocupado de escritores como Goethe, y Saramago ha incorporado a una de sus novelas el más famoso mito de Platón, el filósofo al que Trías reconoce como su maestro más importante.

Ayer, en su discurso de investidura, Eugenio Trías habló de la música y de su universo propio, la phoné, y quien hizo la laudatio -el discurso que, se supone, debe explicar los méritos que justifican su nombramiento- de José Saramago destacó la oralidad, las voces que se escuchan siempre en sus novelas. Trías habló de símbolos, concepto clave en su filosofía, y Saramago de alegorías, palabra muy presente en sus últimos títulos. Quien pensó en hacerlos coincidir en un mismo acto tuvo una feliz idea.

José Jiménez, en la laudatio de Trías, le definió como «una de las figuras más destacadas de la filosofía de nuestro tiempo», destacando la voluntad expresiva de su obra, así como su compromiso con su tiempo que él hace compatible con la que debe ser la tarea central de toda filosofía: «La formulación de un conjunto de cuestiones y categoría capaces de permitirnos interrogar y establecer hipótesis de interpretación de los diversos planos de la experiencia».

José Jiménez señaló la labor de Trías de devolver a la filosofía su dimensión de futuro, anclándola en el terreno de lo posible, así como su huida de cualquier reduccionismo filosófico, sean los metafísicos dogmáticos o los positivistas. Trías hizo bueno lo que Jiménez dijo de su voluntad expresiva. A propósito de la música de la modernidad, habló de cómo se compusieron «verdaderos palacios edificados sobre el tiempo».

Para el filósofo, la música tiene una naturaleza dual, jánica. Pertenece al terreno de las emociones, pero muestra también «una congenialidad con las artes del número», como nos hicieron ver los pitagóricos. Pero aquel camino de la más antigua filosofía griega fue abandonado, en buena parte por culpa de Aristóteles, y a pesar de Platón. ¿Puede retomarse a estas alturas?

En opinión de Trías, la música «quizás puede acompañar y poner en ruta al pensamiento filosófico, ya agotados los caminos de un logos aristotélico cifrado y centrado en la sustancia y el sujeto». De Aristóteles a Heidegger, el logos es el del lenguaje verbal o matemático. Trías aboga por un logos musical de naturaleza simbólica, capaz de despertar afectos, emociones, pasiones, pero añadiendo a la pura emoción valor cognitivo. Para acercarse a esa unión de sonido, emoción y sentido, es insoslayable el concepto de símbolo.

El profesor Tomás Albaladejo, en la laudatio de José Saramago, destacó la novela como el principal cauce de expresión de un autor que también ha cultivado la poesía, el ensayo, el teatro y los libros de memorias o viajes. Dijo que se trata de un «escritor coherente tanto en sus obras como en su posición ante el mundo y la sociedad», cuyas novelas forman «una amplia visión de la realidad, de la condición humana, de sus problemas, en la que cuestiona el mundo y, sobre todo, las visiones preestablecidas y acríticas del mismo».

El escritor portugués explicó que, en el siglo pasado, cuando el periodismo era joven, la novela tenía mucho de reportaje sistemático de la vida social. Pero en la sociedad actual, sin dejar de ser lo que era, la novela se enfrenta a una nueva tarea, la de pensar, abriéndose al ensayo, la filosofía, la ciencia, la poesía o el drama. En esa nueva novela debe tener un lugar destacado la alegoría, no como juego con el lector, sino como propuesta de situación, en la que la historia cuenta algo totalmente contrario al sentido común (el cese de la muerte, el desgajamiento de la Península Ibérica), pero que el lector deberá reconocer como la propia realidad.


«Gracias a ellos somos, no sé si más felices, pero sí más humanos»

El salón de la Escuela Politécnica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) estaba totalmente lleno. Y en ese ambiente caluroso y cordial (los dos neófitos fueron aplaudidos con largueza, así como quien quizá era el decano de los asitentes, Santiago Carrillo, también doctor honoris causa por la UAM), el rector, Angel Gabilondo, reivindicó el concepto de humanidad, una humanidad que incorpore a quienes no están ya y a quienes no están todavía.

Un concepto de humanidad que implica un modo de ser y de proceder que busca un mundo de justicia y de igualdad, en el que el derecho a la diferencia no suponga diferencia en los derechos. Gabilondo, filósofo cortés, quiso ser claro. Reivindicó también el aire fresco de la palabra justa y del pensamiento vertebrado y articulado frente a la agitación irreflexiva de los himnos, las banderas y los eslóganes.

«Es de agradecer su pensar hecho público», dijo de los dos nuevos doctores de su Universidad. «Gracias a ellos, somos mejores; no sé si más felices, pero sí más radicalmente humanos». «Los necesitamos», concluyó sus palabras el rector.

Autoridades, colegas y amigos de Eugenio Trías y José Saramago los acompañaron en su investidura, que para ninguno de ellos era la primera. Trías es doctor honoris causa por las dos universidades más antiguas de Iberoamérica, la de Santo Domingo y la de San Marcos de Lima, y Saramago por más de 30 de Europa y América, como Salamanca, Roma, Turín, Manchester, Estocolmo, Dublín, Coimbra...

Entre los asistentes, estaba el embajador de Portugal, José Filipe Moraes Cabral; el rector de la Universidad Pompeu Fabra, donde profesa Trías, Josep Joan Moreso; el eurodiputado Enrique Barón; la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, el consejero de Cultura de la embajada argentina, Jorge Alemán; los filósofos José Luis González Quirós, Tomás Pollán y Miguel Cereceda; Federico Mayor Zaragoza, Amparo Rubiales, el escritor Andrés Sorel, el editor David Trías (hijo del filósofo), la periodista, esposa y traductora de Saramago, Pilar del Río, Emilio Aragón, así como Jorge de Esteban, presidente de Unedisa, empresa editora de EL MUNDO, y el periodista y profesor Felipe Sahagún, miembro del Consejo Editorial de este periódico, al que también pertenece Trías.

En ese ambiente, los rituales abrazos que el rector dispensó como bienvenida a los nuevos miembros («el abrazo de fraternidad de los que se honran y congratulan de ser vuestros compañeros», según la frase ceremonial) desprendían un calor que iba más allá de lo protocolario.

La música, que fue interpretada por el Grupo de Metales y Timbales de la Orquesta de RTVE, había sido transcrita e instrumentada para la UAM por José Peris Lacasa.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad