A. F.
«Había que quemar las naves y tuve suerte. Llegué al área e hice lo que veo hacer a mis compañeros en los entrenamientos, amagar. Son cosas que ni puedes imaginar. Estamos vivos en las tres competiciones y disfrutamos de momentos soñados», dijo el gran protagonista de la noche. Andrés Palop no cabía en sí de gozo tras lograr el tanto que forzaba la prórroga en el último minuto del tiempo reglamentario. El guardameta comentó tras el encuentro que dedicaba el tanto a sus «dos niños» y reveló que ha pasado «una semana difícil con el pequeño, que ha estado hospitalizado por una neumonía».
«Todo lo que hacemos en esta vida es por ellos y no me puedo olvidar de nadie al dedicar un gol porque no marco muchos: mi madre, mi padre, mi abuela... Le he dicho a Chevantón que llevo los mismos goles que él», añadió entre risas. El meta sevillista manifestó que cuando vio entrar el balón «no sabía si celebrarlo o ir corriendo a la portería por si sacaban rápido».
Palop, que se refirió varias veces a «la parada», agregó: «Parece increíble que con tanta gente que hay para rematar y despejar, te caiga el balón tan franco».
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