También subieron con fuerza las acciones de la británica (+8,55%), en medio de un calentamiento generalizado del sector, que está en pleno proceso de concentración. Quizá por ello, tanto Imperial como Altadis se apresuraron a templar oficialmente la temperatura de la operación. Para la inglesa, «las negociaciones se encuentran en una fase muy preliminar y no existe la certidumbre de que esta aproximación conduzca a una oferta». La hispanofrancesa, desde la tranquilidad que da ser objeto de compra, fue aún más prudente. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), afirmó que Imperial Tobacco «se aproximó a Altadis de forma no solicitada ni negociada en relación con una posible combinación de ambos grupos que podría dar lugar, o no, a la formulación de Oferta Pública de Adquisición (OPA) en efectivo dirigida al 100% del capital social».

Acelerar la operación

Pero los expertos del sector consultados no tenían dudas ayer de que las negociaciones se intensificarán en los próximos días y de que el, por ahora, tímido movimiento de ambas compañías tiene un carácter defensivo. Imperial es la cuarta compañía del sector y Altadis es la quinta, pero ambas están en la diana de los gigantes desde hace meses. El líder Altria (antigua Philips Morris) y sus más cercanos competidores, Japan Tobacco y British American Tobacco (BAT), se han caracterizado en los últimos años por su voracidad compradora. La última operación se ha cerrado recientemente, con la compra de Gallaher por parte del gigante japonés, mientras los analistas del sector apuntaban a quiénes podrían ser los próximos en ser opados. Conocedores de esta situación, los dueños de Davidoff y West, entre otras enseñas, han querido mover ficha y han puesto sus ojos en Altadis, la compañía del sector con el mayor free float. El 100% de la empresa cotiza en Bolsa, sin que haya un accionista de referencia. Sólo fondos como Chase Nominees (10,046%) o Franklin Resources (5%) tienen posiciones destacadas, pero no por ello estables, mientras pequeños accionistas como César Alierta, presidente de Telefónica, ex máximo responsable de Tabacalera y actual consejero de la tabaquera, poseen pequeños paquetes (0,06% en este caso).

Tanto Imperial como Altadis son conscientes de que BAT acechaba en los últimos meses, sobre todo a Altadis, líder mundial en el mercado de cigarros y primera del sector logístico en Europa. La empresa presidida por Antonio Vázquez controla el 57% de Logista, que ayer también se disparó en Bolsa ante supuestos rumores de venta, desmentidos por su matriz. Ahora se abre un proceso en el que Imperial tendrá que valorar la mejora el precio ofrecido, una vez que haya realizado la correspondiente due dilligence (análisis de las cuentas). Todo ello en términos «amistosos», como ayer se apresuraron a confirmar fuentes del grupo británico, que dijeron haber trasladado la propuesta en una carta al consejo de administración de Altadis.

Tampoco sería impedimento para la fusión por absorción que baraja Imperial la posible intervención de los gobiernos español o francés. Desde octubre de 2000, Altadis ya no cuenta con la acción de oro que hasta entonces se había reservado el ejecutivo galo en la antigua Seita. Eso sí, las autoridades estarán vigilantes por la importancia de los ingresos por la fiscalidad del tabaco en las arcas de ambos países.

Los sindicatos trasladaron ayer al presidente de Altadis, Antonio Vázquez, su inquietud por las garantías de mantenimiento del empleo en la empresa tras la propuesta de compra realizada por Imperial Tobacco.

Un grupo de responsables de UGT, CCOO, CGT y CTI se reunió con Vázquez para preguntarle sobre las consecuencias que la iniciativa de la multinacional británica podría tener sobre el empleo en Altadis, informa Europa Press. «Estamos padeciendo sobresaltos consecutivos», sostuvo un representante sindical. Vázquez incidió en que se trata de «una propuesta no vinculante de compra» que «no ha sido solicitada». A su entender, si se materializa finalmente la OPA y el oferente se hace con el control de la compañía, correspondería al eventual comprador garantizar los puestos de trabajo de todo el grupo.

Los sindicatos consideran que Vázquez «no ha dado falsas esperanzas a los empleados» ante el interés de Imperial Tobacco por Altadis, lo que no ha frenado el nerviosismo de los trabajadores.