JOSÉ CONTRERAS
CADIZ.-
«Sorprenderemos a Delphi». El coordinador del comité europeo de la multinacional estadounidense, Tony Murphy, se lanzó ayer al ruedo y se enfrentó al cierre de la planta de Puerto Real (Cádiz) advirtiendo a la compañía de la ejecución de «acciones coordinadas y solidarias» contra la decisión de la empresa. Murphy amenazó incluso con extender estas medidas de presión a Estados Unidos, ya que, según sus datos, el «impacto internacional» del cierre de la factoría gaditana podría afectar a unos 35.000 empleos.
No obstante, el pleno del comité de Delphi Automative Systems España (Dase), que se reunirá el lunes 26 en la factoría, acordará medidas que van desde la huelga de hambre, posiblemente masiva (para lo que habría que preparar un dispositivo hospitalario), a una gran manifestación otra vez en las calles de Cádiz, e incluso una jornada de huelga general. Pero también, según Isidro Jiménez, de CGT-A, «para aclarar el funcionamiento interno del propio comité y fijar estrategias realmente comunes». El presidente del comité de empresa de Delphi en Puerto Real, Antonio Pina, de CCOO, reiteró ayer, en referencia al Gobierno y a la Junta, que tienen que pasar ya «de las palabras a los hechos».
Pina mantiene que el cierre es producto de un «plan maquiavélico» desde noviembre de 2006, cuando llegó el director de la planta de Puerto Real, Gonzalo Herrera. Pina sostiene que Delphi ha obligado a vender productos a otras plantas por debajo de sus costes de fabricación y a comprar productos a otras plantas por encima de sus precios de mercado, lo cual beneficia a las plantas de países del Este. Lo que ha elevado su pérdidas. Pina teme que se declare «una quiebra técnica», porque los primeros en cobrar serían los proveedores y los últimos los trabajadores.
Los sindicatos europeos alertaron que los directivos de la empresas de Delphi en Europa «no tienen poder de decisión», por lo que harán llegar sus protestas a los Estados Unidos para que conozcan «la visión sindical y de los trabajadores del Viejo Continente». Tony Murphy calificó el cierre de «inmoral» y acusó a la empresa de «robar a los españoles» en su estrategia de «deslocalizar en la Europa occidental para transferir a la del Este».
En la campaña de los sindicatos europeos, éstos acusan a Delphi de haber «pisado» a los trabajadores y haber «robado» para irse a países como Rumanía. Los sindicatos españoles recordaron el caso de Delphi en Tánger, cuyos trabajadores han sido despedidos. Por su parte, los alcaldes de la Bahía de Cádiz se reunirán también el día 26 con el ministro de Industria, Joan Clos, según informó ayer el Ayuntamiento de Chiclana en un comunicado.
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