MADRID.-
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, dijo ayer que el traslado de Inmaculada Echevarría del Hospital San Rafael de Granada, gestionado por una orden religiosa, al de San Juan de Dios, dependiente del Servicio Andaluz de Salud, donde falleció, se debió a una decisión del Vaticano.
El presidente andaluz aseguró en Antena 3 que los hermanos de la orden de San Juan de Dios, que administran el Hospital San Rafael de Granada donde Echevarría permaneció los 10 últimos años de su vida, «dieron la autorización para que le retiraran el ventilador en este centro, y así lo habían comunicado».
Sin embargo, el traslado de la paciente con distrofia muscular progresiva a un hospital del SAS se realizó, según opinó Chaves, «a consecuencia de Roma, del Vaticano» y no de la propia orden.
Además, rechazó que el de Echevarría se trate de un caso de eutanasia y añadió que es un supuesto contemplado en la ley nacional de autonomía del paciente.
«No es eutanasia, sino un caso en el que hay un encarnizamiento terapéutico y un esfuerzo que se le retira a consecuencia de una decisión de la paciente», indicó Chaves.
Tras reconocer que ha sido una decisión difícil, apuntó que los Consejos Éticos y Consultivos andaluces respaldaron la opción de la enferma.
«Siempre tienes dudas y por tanto necesitas todas las garantías de que la decisión que se toma es conforme a la ley y a la ética», añadió el presidente andaluz, quien aseguró que tanto el Consejo Ético como el Consultivo están compuestos por «profesionales independientes y de prestigio que determinaron que se podía retirar el ventilador», sin problemas éticos o legales.
A partir de ahí, la Junta de Andalucía dio su autorización, según explicó Chaves, quien matizó que desde ese momento «todo dependía de la relación entre la enferma y sus médicos, y ellos decidieron el momento en el que se tenía que producir la retirada del esfuerzo terapéutico que se estaba ejerciendo con respecto a Inmaculada».
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