L. F. DURAN
La compañía metropolitana ya ha cerrado la investigación del metro que descarriló en la estación de Carabanchel (línea 5) el pasado día 8 de marzo y que se saldó con 12 heridos leves al desprenderse un motor del convoy. La primera conclusión es que alguna persona pudo quitar de forma intencionada dos de los ocho tornillos que sujetan la carcasa del motor de tracción.
En el momento del percance sólo estaba sujeto por seis tornillos que cedieron por fatiga (exceso de peso). En el percance quedaron roscas de cuatro tornillos y se encontraron luego otros dos. Técnicos de la compañía han buscado sin éxito por toda la línea el par que faltaba. Finalmente, sospechan que alguien los arrebató de forma intencionada provocando que el resto de tornillos fueran cediendo hasta romperse al soportar una tensión superior a la prevista.
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