Estas seis personas estarían presuntamente implicadas en varios de los sabotajes ocurridos en las últimas semanas y que fueron denunciados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. De la investigación también se desprende que han estado actuando de forma coordinada.

Las cocheras de Canillejas, donde estarían los sospechosos, son el mayor centro de trabajo de Metro de Madrid, con más de 300.000 metros cuadrados. Allí trabajan más de 700 personas durante las 24 horas del día.

Otro dato importante que maneja la investigación es que desde el lunes, cuando 100 nuevos agentes de seguridad reforzaron la vigilancia de los talleres, no ha vuelto a haber ningún incidente. Estos profesionales han venido a reforzar la vigilancia en los talleres de Canillejas, Laguna, Loranca, Hortaleza y Fuencarral.

Como confirmó el informe de la Brigada Provincial de Seguridad, al parecer, se han producido al menos 13 sabotajes en distintas instalaciones del suburbano.

Según el mismo informe, que resume la investigación llevada a cabo hasta ese momento, «la aparición de diversos desperfectos no puede atribuirla a ninguna avería material, sino a una acción humana directa y voluntaria». En total, se han descubierto 20 sabotajes en distintas unidades de la serie de trenes 2000 que sólo funcionan en las líneas 1, 4, 5 y 11.

Las «averías intencionadas» de las que habla el informe policial son de tres tipos: cortes de cables de radioteléfonos, pegamento en los pulsadores y en las llaves de las puertas y cortes en la instalación llamada el micro del hombre muerto, sin la cual, el tren no puede circular.

Este informe, de nueve páginas y firmado por el inspector jefe del Sector Móvil de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, Javier Cano Seijo, subraya que continúan las investigaciones sobre los hechos, pero ya se han remitido a la Autoridad judicial las diligencias instruidas hasta el pasado día 19 de febrero.

Por otra parte, informa sobre la aparición el pasado día 20 de febrero de un posible «artefacto explosivo» en la estación de Metro de Tribunal, en la línea 1.

La detección de este objeto requirió la intervención de la Brigada Provincial de Información y el Grupo de Desactivación de Explosivos y NRBQ de esta brigada, quien descubrió que estaba compuesto «por tres tubos de plástico, cada uno de ellos con unas dimensiones de 20 centímetros de largo y dos de diámetro», sellados por ambos extremos con espuma y de los cuales salía un cable «simulando una mecha de aproximadamente 20 centímetros de largo», pero «el interior estaba vacío».

Por otra parte, el informe recoge las denuncias presentadas por Metro respecto a desperfectos detectados los días 12, 13, 15, 16, 18, 19 y 26 de febrero. Revela que todos los sabotajes se han llevado a cabo en trenes de la serie 2000, que cuentan con seis cabinas susceptibles de manipulación, pero dado que se cambia alternativamente la cabina principal, que es la que tira del tren, las averías pueden detectarse días después de haberse producido el destrozo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo ayer que ha encargado «más seguridad» para evitar que se repitan los sabotajes en algunos trenes de la red de Metro de la Comunidad de Madrid.

En declaraciones a Europa Press, Aguirre señaló que su Gobierno dio el primer paso «al poner la denuncia en comisaría» y explicó que son «precisamente los policías quienes han abierto la investigación» para esclarecer los hechos. «Después serán los jueces quienes tendrán que decidir», agregó.

La presidenta del Gobierno regional realizó estas declaraciones tras recorrer los diferentes puntos de información instalados en la Carpa del Consumidor, desplegada en la avenida de Felipe II.