L. A. SANZ
Los informes del Cuerpo Nacional de Policía y las investigaciones judiciales que están confirmando que está habiendo sabotajes en Metro de Madrid por parte de los trabajadores están poniendo muy nerviosos a los sindicatos y a la oposición, que ayer guardó silencio. Hasta ahora, el PSOE y las centrales acusaban al Gobierno regional de inventarse estos presuntos ataques «para ocultar su mala gestión» y «echar la culpa a los trabajadores». Ayer, el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, les pidió «responsabilidad».
Preguntado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, González aseguró, dirigiéndose a los portavoces sindicales, que «no vale cualquier cosa en las campañas electorales. No se puede ganar Madrid como sea, como dice el señor Rodríguez Zapatero y esto está por encima de las discrepancias políticas y de la contienda electoral del 27 de mayo».
El número dos de Esperanza Aguirre pidió a los sindicatos y a los empleados del Metro que denuncien los sabotajes. «Estamos hablando de hechos muy graves, muy lamentables y condenables que son achacables a muy pocas personas», continuó, «el conjunto de los trabajadores del Metro destaca por su profesionalidad, su solvencia y el prestigio por trabajar en uno de los mejores metros del mundo».
Estos «ataques» están «provocando muchos perjuicios a los ciudadanos y están poniendo en riesgo la seguridad de los viajeros», por lo que pidió a los sindicatos que «ayuden a localizar a estas personas», en referencia a los sospechosos de cometer sabotajes.
«Que yo sepa», concluyó, «pegar un tijeretazo a un cable de comunicación no es un problema de mantenimiento, ni tampoco echar silicona al sistema de arranque de los trenes».
Por la mañana, el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, dijo a Efe que el intento del Gobierno regional de poner en marcha la que llamaron «teoría de la conspiración» en el caso del Metro es «vergonzoso» e «indigno» e instó a la Comunidad de Madrid a afrontar la falta de recursos para mantenimiento, origen, a su juicio, de las averías.
López, que aseguró que su sindicato estudia la posibilidad de interponer una querella por injurias a los trabajadores, reiteró que «intentar decir» que las averías y los accidentes son fruto de sabotajes «es culpabilizar a los trabajadores y sembrar la duda sobre su profesionalidad y el buen trabajo que realizan».
Tras mostrarse respetuoso con la labor policial, señaló que el informe relativo a las incidencias o a los supuestos sabotajes en el Metro «no es ninguna respuesta» a lo ocurrido con el motor de un convoy en la línea 5, a las averías producidas en la línea 6 en los trenes 5000 ni a los problemas de las líneas 1 y 3.
El máximo responsable de CCOO obvió que la Policía ya da por confirmado que trabajadores del Metro o de alguna contrata son los que están detrás de varios ataques al Metro que han provocado averías e incidentes.
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