A Francisco B., le pusieron en la calle el 2 de marzo. Era controlador del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). «Me echaron porque no ponía suficientes multas». La última etapa trabajaba en la calle de Santiago de Compostela, «donde todas las máquinas están rotas». Según cuenta Francisco, le «obligaban a sancionar estuvieran o no operativos los parquímetros». Los controladores están «conectados» a una central que ve si multas o no. «Cuando no funcionan las máquinas, se pone una multa de 90 euros». En principio, «se pone un aviso y, a las dos horas, se multa». La empresa UTE VEA argumenta que ha habido una «disminución voluntaria en el trabajo, desidia y desobediencia», entre otras cosas. La empresa ha aceptado el despido como improcedente.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, dijo sobre el asunto de los dos trabajadores del SER -hay otra controladora- que es una «cosa imposible», pero de ser así «sería una barbaridad».
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