A. G.
Un nuevo capítulo relacionado con los parquímetros ha comenzado a escribirse. La supuesta explosión de un parquímetro en la avenida Camino de Ganapanes, en el barrio del Pilar, ha vuelto a convertir las máquinas expendedoras en noticia. Y como siempre que se habla de las rayas azules y verdes del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), la polémica está servida.
Los parquímetros están sufriendo continuos ataques con petardos, ácido corrosivo y taladradoras desde el pasado mes de diciembre, según informaron a Europa Press fuentes de UTE VEA, empresa concesionaria del parquímetro quemado el miércoles.
La compañía informó ayer que desde las navidades se han producido daños de gran consideración en el 35% de los sistemas de cobro de toda la capital, concretamente 280 sólo en la zona 4 del SER que comprende los barrios de Bellasvistas, Berruguete, Valdeacederas, Almenara, El Pilar y el casco histórico de Fuencarral.
Uno de los métodos más utilizados es la colocación de un petardo en el interior del parquímetro, lo que genera una gran explosión que destroza por completo la máquina y la deja inservible. Asimismo, se han utilizado taladradoras para destrozar los sistemas electrónicos de los aparatos y ácidos corrosivos, introducidos por las ranuras que no siempre se cuela simplemente en el interior, sino que también se esparce por la vía pública, según la misma fuente.
Muchas multas
Desde los colectivos antiparquímetros, donde hay vecinos de los barrios de Fuencarral-El Pardo, Hortaleza y Carabanchel, reconocen que se han dañado máquinas, pero afirman que ellos «siempre» han pedido a la gente que no las rompa y que «no se enfrente con los controladores». Reconocen en El Pilar que los ánimos están «muy caldeados», sobre todo «desde noviembre, porque están llegando muchas multas». Sobre lo ocurrido con el parquímetro en el camino de Ganapanes, dicen que se enteraron ayer por la mañana. «Cuando lo vimos en internet y nos empezaron a llamar». Desde los colectivos denuncian «la presión insoportable que ejerce la empresa sobre los controladores. Les obligan a poner multas donde es obvio que no pueden, sólo por el afán de recaudar». A su juicio, las acusaciones de la empresa sólo pretenden «atacar a los colectivos antiparquímetros».
|