CUANDO: Ayer, en la sede de la SGAE

POR QUÉ: Vive un dulce momento artístico

Es difícil ser Isabel Pantoja?», fue la bienvenida de la prensa rosa. Y ella, endomingada como iba (pelo recogido con cola como de agua brava, intensa pincelada cosmética, blusa blanca y chaquetilla casi torera), con José Luis Moreno y Luis Cobos a cada flanco, que replica con tablas: «Lo difícil es mantenerse después de tantos años de profesión». Amplia sonrisa -y extraordinaria habilidad para dar de lado cuestiones alejadas de su faceta profesional- evidenció ayer la Pantoja en la sede de la SGAE, dónde le esperaban el habitual batallón del tomate y un reconocimiento al alcance de pocos artistas españoles: 40 discos de platino, reflejo de los más de cuatro millones de álbumes vendidos con la casa discográfica Sony (desde 1990 en España y desde 1997 a nivel internacional).

La tonadillera que alumbró títulos como Marinero de luces y Se me enamora el alma, quien año sí, año también gira por España y América («cuando llegué al Madison Square Garden no sabía ni lo que era»), quiso compartir el logro con sus fans. «Sin ellos no me hubieran dado ni un disco de regaliz». Luego reconoció que ni se plantea la retirada («hemos tenido la mala suerte de quedarnos sin dos grandes [Rocío Jurado y Rocío Dúrcal], sería injusto dejar al público sin artistas») y hasta dejó caer que podría atreverse a hacer en el futuro un trabajo de rancheras o flamenco.